El ilustrador y escritor Alejandro Magallanes sostiene que dibujar “sirve para conocer mejor el mundo” y es “como bailar con la mano”. En su libro más reciente, Las letras son dibujos, reflexiona sobre el diseño editorial, área en la que se ha desarrollado durante tres décadas.
El domingo 27 de noviembre acompañará al compositor y escritor argentino Luis Pescetti en la presentación del libro Mío y no mío (Akal) en la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara.
El artista dice a La Jornada: “Hay pocos libros hechos por diseñadores, pensando el oficio desde dentro. No es pesado y es superimportante para mí. Es un buen momento para cuestionarse las propias ideas que aparecen en el texto”.
Magallanes, quien ha sido profesor desde hace 15 años, destaca que le sorprende la reflexión que titula el libro editado en el sello Reservoir Books, pues “siempre me ha emocionado pensar cómo alguien, ya sea en China, persas, romanos o griegos, tuvieron la capacidad de ponerse de acuerdo para que estos dibujos significaran algo para todos”.
En el texto razona “sobre la letra o el quehacer de diseñador, ilustrador o artista respecto de múltiples temas. Hay homenajes a personas que admiro. Algunos textos son más ensayísticos y otros con humor. Quería que cada vez que se abriera una página diera algo, desde provocar una sonrisa o una idea”, añade el también escritor.
“Escribí una semana después de cuando Vicente Rojo murió (el 17 de marzo de 2021). Una amistad que para mí sigue siendo un tesoro. Era ejemplar en su forma de ser y hacer; era muy generoso.
“También está Quino (Joaquín Salvador Lavado), maestro a quien no conocí personalmente; o queridos amigos y maestros, como Rogelio Naranjo, Rius y Francisco Toledo. También los artistas Marcel Duchamp, Yoko Ono y Marina Abramovic. Ellos cambian para siempre tu forma de ver.”
Explica que “el libro no tiene índice porque no es lineal. Hay ensayos más largos, de ocho páginas, quizás, y también viñetas que ocupan una página completa con dibujos muy sencillos, porque creo que todo el mundo los puede hacer; no se necesita ningún virtuosismo para comunicar algo”.
Magallanes refiere que uno de los temas que más le interesan es la importancia del dibujo desde la infancia. “Todos los niños dibujan. Es superreal, porque muchos de estos son esquemas que los ayudan a conocer el mundo (…) No hay nada que los distraiga de su objetivo de llenar un espacio vacío”.
Explica que varios de los trabajos incluidos fueron publicados antes, “sobre cosas que me interesaban. Por ejemplo, me preguntaba de quién es la voz que escuchamos cuando leemos una novela, un ensayo o un libro de texto, y sí es la misma de cuando éramos niños”.
También consigna sus preguntas en torno a cuántas personas de su entorno cumplen años el mismo día que él o el número de lágrimas que lloramos en un año. “Varias preguntas que se me van ocurriendo: ¿cuánto pesa Internet? ¿Quién inventó el emoticón sonriente”.