La Secretaría de Educación Pública (SEP) llamó a más de 1.2 millones de maestros y trabajadores de la educación de prescolar, primaria y secundaria a “avanzar” en el análisis de los nuevos planes y programas de estudio.
Durante la segunda sesión de los Consejos Técnicos Escolares (CTE), realizada el pasado viernes, la titular de la SEP, Leticia Ramírez Amaya, propuso discutir las metodologías para diseñar proyectos de enseñanza y aprendizaje que están incluidas en el Libro para la maestra y el maestro de la nueva familia de Libros de Texto Gratuito.
“No pretendemos dar indicaciones únicas, sino sólo sugerirles que las relacionen con sus experiencias y conocimientos, pues desde sus aulas, escuelas y comunidades es posible construir proyectos y actividades integradoras”, aseguró.
Al respecto, directores y profesores frente a grupo destacaron que si bien la SEP modificó las guías de los CTE, a fin de “emitir únicamente orientaciones y propiciar una participación más autónoma en cada comunidad escolar, aún se mantiene un control de qué y cómo se va a discutir en cada sesión”.
Afirmaron que los educadores “somos quienes más conocemos los problemas y deficiencias que enfrentan nuestras escuelas. Tenemos el conocimiento y la experiencia para abordarlos, por lo que se debe generar más confianza en que podemos hacer las cosas, sin que una autoridad esté siguiendo paso a paso qué se debe hacer”.
Efectos de la pandemia
En entrevista con La Jornada, profesores de educación primaria indicaron que el trabajo por proyectos “no es nuevo, en muchas escuelas se han aplicado por años. Lo que necesitamos es que se escuche más la voz de los maestros y las necesidades de los alumnos. No priorizar la aplicación de un nuevo modelo educativo cuando es evidente que no existen las condiciones, y más aún frente a los efectos que generó la pandemia en las escuelas”.
Directores de primaria y secundaria explicaron que los CTE “sí son espacios valiosos para dialogar y analizar cómo va el avance de los alumnos, pero también debemos ir incorporando múltiples factores, como las condiciones que enfrentan en casa los estudiantes, particularmente los adolescentes, y las propias familias, pues es evidente que hay efectos socioemocionales que aún no están resueltos”.