Ciudad Juárez, Chih., A empujones por policías de los tres niveles de gobierno, al menos 500 venezolanos fueron desalojados del campamento ubicado en el bordo del río Bravo y frente al muro fronterizo, debido a que no aceptaron ser trasladados a un albergue.
De las siete a las 10 de la mañana de ayer, personal de la Secretaría de Seguridad Pública municipal y de la Coordinación Estatal de Protección Civil intentó convencerlos de llevarlos al refugio Leona Vicario, con el argumento de que corrían riesgo al permanecer en la orilla del cauce y debido a las bajas temperaturas.
Sin embargo, los indocumentados rechazaron el ofrecimiento, por lo que decenas de agentes antimotines de Seguridad Pública estatal y municipal llegaron al sitio minutos después y los retiraron a empujones.
Los uniformados derribaron las casas de campaña donde vivían; mientras, elementos de la Guardia Nacional vigilaban el perímetro.
Dos policías lesionados
Algunos sudamericanos lanzaron piedras para repeler a los elementos policiacos e hirieron a dos, a uno en la cabeza y a otro en una pierna.
En tanto, otro grupo de migrantes quemó dos carpas, hules y madera, las cuales eran parte del campamento.
Personal de la Dirección de Limpia del ayuntamiento retiró las casas de campaña, y el incendio fue sofocado por bomberos.
Hace más de dos meses, tras ser expulsados de Estados Unidos hacia Ciudad Juárez, decenas de migrantes se instalaron en el bordo del río Bravo para exigir al gobierno de aquel país el fin del Título 42 y que se les permita ingresar de manera legal.
Héctor Ortiz, secretario del ayuntamiento de Ciudad Juárez, justificó el desalojo: “atendimos un dictamen emitido por la Dirección de Protección Civil municipal y estatal que estableció que por condiciones de salubridad, posibilidad de incendio e incluso ahogamiento por la presencia del río Bravo, era necesario invitarlos a acudir a los diferentes albergues, sumado a la baja de temperaturas que se vive en la ciudad”.