Zacatecas, Zac. Un grupo de habitantes de la comunidad de El Durazno, municipio de Jerez, protestaron este lunes en la Plaza de Armas, frente al Palacio de Gobierno del estado, en la capital de Zacatecas, para denunciar que ayer domingo, su pueblo se convirtió en un nuevo “pueblo fantasma”, luego del asedio constante que sus habitantes sufrieron las tres semanas previas, por los violentos enfrentamientos que ahí se han producido, entre pistoleros antagónicos de los carteles de Jalisco y Sinaloa.

Encabezados por Ángel Saucedo y Apolonio Medrano, en representación de la delegación municipal de El Durazno, el grupo de habitantes desplazados de esa localidad denunció ante los medios de comunicación, que ésta es la tercera ocasión –contada del 4 de noviembre a la fecha-, en que piden el auxilio del gobierno estatal y federal, para contar con seguridad y vigilancia, en la ranchería que desesperadamente, tuvieron que abandonar el fin de semana. De más de 500 habitantes que vivían ahí hasta principios de mes, ahora sólo quedaron en ese rancho, 4 personas de avanzada edad.

Portando pancartas para exigir seguridad, paz y “alto al terror”, algunos habitantes de El Durazno narraron la difícil experiencia que les obligó, a dejar su localidad, ubicada a diez kilómetros de la ciudad de Jerez.

Todo empezó el 4 de noviembre, aseguraron, cuando en un operativo inesperado, integrantes de la Guardia Nacional y de la Fiscalía de Zacatecas implementaron un operativo para detener a decenas de integrantes de uno de los cárteles –no les especificaron cuántos-, quienes se encontraban alojados en casas de seguridad de El Durazno. Tras esa acción, los delincuentes reaccionaron contra los habitantes del lugar, “porque el gobierno nos echó la culpa a nosotros, que esta violencia había sido por el operativo realizado a partir de una ‘denuncia ciudadana’, cuando nosotros no tuvimos nada que ver’”.

“¿Qué pasó? Que agarraron a muchos integrantes de un cártel, el gobierno, en un operativo, no sabemos de cual cártel sea, pero nos echaron la culpa. Nosotros en un primer momento nos sentimos protegidos, porque del gobierno nos dijeron que se iban a estar echando vueltas al rancho, y nunca se han parado. Sólo duraron dos días por ahí, y después nos quedamos solos por completo”.

Una semana después de ese operativo, “regresaron los delincuentes, ahí fue cuando hicieron un ataque contra niños del rancho: mataron a tres menores, uno de 13 años, otro de 17 y uno más de 19 años. Luego regresaron y se llevaron a dos muchachas, de 19 y 17 años, y hasta la fecha las seguimos buscando. Ya fuimos a la Fiscalía del Estado y hasta la fecha no tenemos información de ellas”.

Desesperados ante las incursiones recurrentes de los sicarios pertenecientes a “el cártel” –los habitantes atemorizados, se niegan a identificar a qué grupo específico pertenecen sus agresores-, el 17 de noviembre entregaron una carta solicitando auxilio al gobierno municipal de Jerez y al gobierno de Zacatecas, también a la Fiscalía del estado, para que se les enviara personal de seguridad pública, para contener el asedio de los delincuentes.

En esa primera misiva –con copia en poder de este diario-, los habitantes de El Durazno y sus representantes-, exigen “que la autoridad competente haga una declaración, donde se deslinde a la comunidad, de toda aseveración que ponga en peligro la seguridad de la población… derivado de los acontecimientos del día 4 de noviembre del año en curso”.

Asimismo, “que en la medida de lo posible se instale una base con presencia de las fuerzas de seguridad con personal de los tres niveles de gobierno, para que se pueda garantizar la seguridad de los pobladores”. El 22 de noviembre, entregaron un nuevo oficio, con la misma demanda, a las autoridades.

Luego, sin haber recibido ninguna respuesta de los gobiernos municipal y estatal, la noche del jueves 24 de noviembre se produjo un nuevo ataque armado contra habitantes de El Durazno, por parte de los integrantes del “cártel”, quienes balearon varios domicilios, e incendiaron y semidestruyeron una vivienda, con el uso de granadas, que dejó como saldo tres personas muertas y dos más gravemente heridas.

Ante esos hechos el alcalde de Jerez, el morenista Humberto Salazar, anunció “por seguridad de la población y debido a que no hay condiciones de seguridad”, la cancelación del “Festival de la Tostada”, evento que se iba a realizar el 25 de noviembre, en la cabecera municipal.

Pero nula presencia de corporaciones de seguridad pública, permitió que el pasado sábado 26 de noviembre, incursionaran sicarios a sembrar el terror entre los habitantes de El Durazno.

“En este último evento, hubo hasta granadas de alto poder, calcinaron a un señor. Somos una comunidad pacífica, no tenemos nada que ver con lo que está pasando. No tenemos por qué pasar esto. Existe nula la presencia de las corporaciones, nos dejaron solos, ni Guardia Nacional, ni policía estatal, nadie va. No tenemos miedo, tenemos terror. Y ayer (el domingo), salimos huyendo, todos, con unas pocas cosas, unos se fueron a donde pudieron, con lo que pudieron”.

Este lunes 28 de noviembre, otra carta fue entregada –recibida y sellada en oficialía de partes-, en la sede del gobierno del estado de Zacatecas, donde además de exigir la “presencia permanente de las fuerzas armadas en la localidad para garantizar la tranquilidad, integridad y el regreso de la paz”, a la comunidad de El Durazno, también se demanda “intensificar la búsqueda de las personas originarias de la comunidad, que se encuentran desaparecidas”, al menos dos de ellas, mujeres.