Ciudad de México. En un contexto de falta de producción de vivienda social se identificó que en una década disminuyó más de 10 por ciento la vivienda propia en la Ciudad de México, señala el más reciente informe de actividades del Consejo de Evaluación local (Evalúa).
El documento enviado al Congreso capitalino refiere que la vivienda propia pasó de 66.2 a 55.6 por ciento en 2020; mientras la vivienda en situación de renta subió 24.4 por ciento. Indica que la construcción de vivienda ha enfrentado diversos problemas, como la falta de disponibilidad de suelo para edificación, lo que influye en su localización y costo.
Si bien el consejo apunta que la producción de vivienda social “ha sido muy limitada” y que la oferta no es suficiente, destaca el programa de regeneración urbana que implica la producción de vivienda social en zonas centrales.
No obstante, un informe de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda indica que hasta julio de 2016 se tenían registrados tres proyectos inmobiliarios en dicho programa, que ofrecen 113 viviendas incluyentes, en contraste con 554 viviendas que se ofertarán a precio de mercado.
De acuerdo con la información, el primero de los proyectos se encuentra en Paseo de la Reforma 159, en la alcaldía Cuauhtémoc, donde se ofrecerán 21 viviendas sociales, en contraste con las 186 que se ofertarán a precio comercial; el segundo se ubica en Eduardo Molina 8132, en Gustavo A. Madero, donde se harán 86 viviendas sociales y 346 viviendas a precio de mercado; mientras en San Jerónimo 54, en la colonia Centro, se prevén 22 viviendas de mercado y seis sociales.
Evalúa también ha identificado el fenómeno de la verticalización, que implica la construcción de edificios altos utilizando un área reducida de terreno y que concentra funciones residenciales, comerciales y empresariales. Este proceso ha ido en aumento, sobre todo de departamentos, ya que en 2010 era de 28.7 por ciento, mientras en 2020 subió a 30.1 por ciento.
Las alcaldías que presentan mayor verticalización son Benito Juárez, con 75.7 por ciento; Cuauhtémoc, 73.3 por ciento, y Miguel Hidalgo, 60.3 por ciento.
“La razón de esto último es que en el centro de la ciudad el precio del suelo tiende a ser más elevado, al tiempo que suele haber mayor densidad poblacional, de manera que la demanda de vivienda generalmente es satisfecha mediante el desarrollo de departamentos”, refiere el documento presentado a los diputados locales.