Taipéi. La presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen, renunció ayer a la dirección del gobernante Partido Demócrata Progresista (PDP) después de una fuerte derrota en las elecciones locales de la isla, como manda la tradición local.
Los votantes en Taiwán se inclinaron de manera abrumadora por el partido Nacionalista opositor en varias campañas importantes en el territorio autónomo, en una jornada en la cual las preocupaciones por las amenazas de China pesaron menos que los problemas locales.
En un breve discurso enunció que la responsabilidad era suya, ya que eligió a varios de los candidatos.
Chiang Wan-an, el candidato del partido Nacionalista, ganó la alcaldía de la capital una de las campañas más observadas.
“Haré que el mundo vea la grandeza de la Taipéi”, expresó en su discurso triunfal. La misma fuerza política conquistó las alcaldías de Taoyuán, Taichung y Nueva Taipéi.
Kao Hung-an, del Partido Popular Taiwanés, relativamente nuevo, se hizo del triunfo del gobierno para la alcaldía de Hsinchu, localidad donde se encuentran varias de las empresas globales de semiconductores.
China llevó a cabo ejercicios de guerra cerca de Taiwán en agosto para expresar su enfado por la visita a Taipéi de la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, y sus actividades militares han continuado, aunque a menor escala en la región común.