Madrid. Los integrantes de la Comisión de Interior del Congreso de los Diputados pudieron ver en sesión cerrada los videos de la tragedia que ocurrió en Melilla el pasado 24 de junio y en la que murieron 24 migrantes aplastados o golpeados por la policía marroquí.
Según lo que constataron en las ocho horas de grabación que permitió ver el Ministerio del Interior español y que hasta ahora era secreto, durante el intento de cruce masivo de la frontera entre Melilla y la ciudad marroquí de Nador se produjeron varias vulneraciones a los derechos humanos, entre ellas las devoluciones en caliente, la ausencia de socorro y que finalmente se corroboró que algunas de las muertes se registraron en suelo español y que los propios gendarmes marroquíes se llevaron los cuerpos a rastras hasta su territorio, para luego ser enterrados en una fosa común.
La mayor parte de los grupos parlamentarios, con excepción del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), pidieron la dimisión del ministro del ramo, el juez con licencia Fernando Grande-Marlaska.
El pasado 24 de junio, ocurrió la peor tragedia fronteriza en Melilla en cuatro décadas, cuando intentaron cruzar la frontera de forma masiva más de 2 mil migrantes subsaharianos, que hasta entonces vivían resguardados en esa región, sobre todo en el monte Gurugú, donde se escondían de los controles policiales.
A principios de este mes, la BBC británica emitió un documental en el que confirmó dos extremos gravísimos y que en todo momento rechazó el gobierno del presidente socialista Pedro Sánchez: que hubo muertos en territorio español y que durante la operación se realizaron las llamadas “devoluciones en caliente” de forma masiva, incluidas las de menores de edad heridos y con la salud mermada.
Diputados que integran la Comisión de Interior del Parlamento español analizaron de forma exhaustiva la grabación de los hechos y la conclusión de todos, con la excepción del representante del PSOE, es que lo ocurrido en Melilla no coincide con la versión oficial. El diputado de EH-Bildu Jon Iñárritu explicó que “no se puede negar que los hechos principales ocurrieron en territorio español, lo que demuestra que el ministro del Interior ha sido hasta ahora poco transparente y se ha escondido en generalidades”.
Desde el ministerio del Interior confirmaron de forma extraoficial su versión y rechazaron las críticas de los diputados, a los que recriminaron no haber visto las ocho horas de grabaciones, sino solamente un tercio, y que por tanto no tenían elementos para sacar conclusiones definitivas.