Madrid. Miles de personas se manifestaron en las principales ciudades de Andalucía para denunciar la precariedad en la sanidad pública en la región y para exigir un viraje en la política de privatización impulsada por la derecha. Esta es la primera gran protesta social que sufre el gobierno autonómico del derechista Partido Popular (PP), presidido por Juan Manuel Moreno Bonilla, quien en las últimas elecciones logró la primera mayoría absoluta de la derecha después de más cuatro décadas de hegemonía del Partido Socialista Obrero Español (PSOE).

Fueron más de 30 mil, según las organizaciones convocantes, y alrededor de cinco mil, según la policía autonómica. En cualquier caso fue una protesta multitudinaria que llenó las principales plazas públicas de las capitales andaluzas de provincia, que, al igual que en Madrid hace quince días, exigieron fortalecer la sanidad pública. España, con uno de los sistemas de salud pública más eficientes del mundo, acarrea desde hace unos años un problema estructural: la precariedad y por tanto la falta de personal para mantener unos mínimos de atención básico en los centros clínicos de primer contacto con el ciudadano. Por eso se protestó en Madrid hace unas semanas y por eso mismo ahora se hace en Andalucía, así como también se ha hecho en Cataluña, Cantabria, Asturias, Extremadura, Galicia, Castilla La Mancha y Navarra.

En el caso de Andalucía, la protesta más multitudinaria fue en Sevilla, la capital de la comunidad autónoma, donde se congregaron algo más de cuatro mil personas, según la policía, y 20 mil según los sindicatos de médicos, enfermeros y personal administrativo. En el resto de las concentraciones o marchas, que fueron en Sevilla, Cádiz, Algeciras, Granada, Málaga y Córdoba, en conjunto sumaron alrededor de dos mil personas, según la policía, y más de diez mil, según los sindicatos.

Las movilizaciones en Andalucía forman parte de un protesta nacional en torno a la plataforma de la “Marea Blanca”, liderado por profesional de la sanidad pública que intentar impedir que continúe el proceso de destrucción y debilitamiento de la sanidad pública en favor de la privada, como ha ocurrido en las últimas décadas. En Andalucía, en concreto, la situación ha empeorado desde la llegada al poder del PP, que por primera vez desde la restauración de la democracia en España, en 1978, logró obtener mayoría para gobernar en la región, tradicionalmente del PSOE. La Coordinadora de Mareas Blancas de Andalucía señaló precisamente a este hecho al “deterioro continuado de la atención primaria, que sigue colapsada, y a que haya más de diez de media de demora para conseguir una cita presencial con el médico de cabecera”. Además denunciaron que las listas de espera son cada vez más tardías, tanto para operaciones como para pruebas médicas de distinto tipo, ya sea diagnósticas o de control rutinario.

Además se denunció la gravísima situación en la que se encuentra uno de los sectores de la sanidad pública menos atendida por los presupuestos públicos, que es la de la salud mental, precisamente en una época en la que han proliferado este tipo de padecimientos, sobre todo a raíz de la pandemia del Covid-19.