Madinat Al-Shamal., La derrota contra Japón (2-1) lleva a Hansi Flick, técnico de Alemania, a enfrentar el domingo ante España su primera prueba de fuego, con una Mannschaft que empezó con complicaciones su aventura en Qatar.
Si la tetracampeona Alemania pierde, sus oportunidades de clasificar a octavos serán mínimas, incluso imposibles en función del resultado entre Japón y Costa Rica, que se jugará horas antes.
“No tenemos ningún cartucho en la reserva”, aceptó Flick, consciente de que debe levantar el ánimo del equipo para “volver a poner las cosas en buena dirección”.
Otra derrota significaría una humillación histórica y reiteraría la debacle alemana, pues en 2018 sufrieron su única eliminación en fase de grupos hasta ahora, después de caer ante Corea del Sur y México.
Mientras Alemania lidia con los fantasmas, España tuvo brillante debut al golear 7-0 a Costa Rica. Sin embargo, los jugadores de la Mannschaft aseguraron no sentirse intimidados por el potencial del rival. “El 7-0 es un resultado duro, que impresiona; debemos respetar al equipo español, está claro; pero no nos vamos a esconder, sabemos de lo que somos capaces”, sostuvo el mediocampista Kai Havertz.
“Atravesamos un mal momento, pero este partido contra España puede ser un punto de inflexión. Hemos soñado con jugar este tipo de partido”, agregó con convicción.
Su compañero Julian Brandt coincidió al apuntar que el duelo contra La Roja, campeona en Sudáfrica 2010, es “una oportunidad para darle la vuelta a todo este ambiente, con una victoria podríamos ganar mucha energía”.
Una buena noticia para Alemania fue la recuperación del Leroy Sané, quien volvió a los entrenamientos con sus compañeros, dos días antes del partido ante los españoles.