Ciudad de México. México y Colombia comparten hoy gobiernos nacionales que cuentan con representantes populares que miran por el bienestar de las mayorías, que no venden sus principios y para quienes la autoridad moral está construida en una historia de consecuencia y de valentía que no se vencen frente a la adversidad, afirmó Claudia Sheinbaum, jefa del Ejecutivo local al entregar las llaves, la medalla y el reconocimiento de huésped distinguido de la Ciudad de México al presidente de la República de Colombia, Gustavo Petro.
La mandataria capitalina señaló que por décadas se postuló el principio máximo del mercado como solucionador de todos los problemas, lo que convirtió a los derechos humanos en mercancía, pero hoy es diferente, pues se construyen modelos particulares para cada país que coinciden en la importancia de la disminución de las desigualdades, la erradicación de la corrupción y de la discriminación y la justicia como principios.
“Nos obligan nuestros mandatos a lograr que la ética, en particular la justicia, guíe siempre nuestras decisiones, y que la ciencia, la tecnología y los saberes hagan posible el bienestar de nuestros pueblos”, expresó en el salón de Cabildos del Antiguo Palacio del Ayuntamiento, adonde acudieron representantes del Poder Judicial y Legislativo, así como funcionarios del gobierno capitalino.
AL, faro que alumbra el siglo
De visita en el país, acompañado por integrantes de su gabinete, Petro comentó que las historias de México y de la nación sudamericana están ligadas por ideales y por héroes que lucharon por la libertad de ambas naciones, como José María Melo –último oficial del Ejército Libertador de Colombia de Simón Bolívar y presidente de esa nación–, que se unió como general a la revuelta de Benito Juárez, así como Catarino Erasmo Garza, libertador mexicano que murió en combate en suelo colombiano.
Indicó que los países de América Latina se han convertido en el faro donde se alumbra el siglo, y esa es una enorme responsabilidad, por lo que bajo esas circunstancias les toca juntarse, profundizar en las ideas y mover a los pueblos, que sin ellos no hay futuro.
“Nos toca ser de nuevo una generación capaz de cambiar el mundo. México es una ciudad que ha demostrado que está en las vanguardias cada vez que se habla de cambiar el mundo.”
El mandatario colombiano fue reconocido por su historia de lucha por la democracia y la justicia, así como por el respeto a los derechos humanos y su contribución a la paz e igualdad en América Latina.