Buenos Aires. En el laberinto judicial en que se ha convertido la investigación de la causa por el fallido atentado contra la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner el pasado 1° de septiembre, la cámara federal de Buenos Aires, confirmó a la jueza María Eugenia Capuchetti al frente de esta investigación, que lleva tres meses, y que fue recusada por la querellante, debido a el ocultamiento de pruebas, la lentitud con que avanza, las graves regularidades que han sido denunciados por los abogados de la querellante.
Sin embrago, los camaristas Leopoldo Bruglia, Pablo Bertuzzi y Mariano Llorens ordenaron a la jueza avanzar con nuevas medidas de prueba para que corrobore o descarte la llamada "pista Milman", vinculada al diputado del Juntos por el Cambio, Gerardo Milman, a quien un testigo denunció haber escuchado decir a sus dos asesoras que estaban con él en el bar Casablanca, cercano al Congreso, dos días antes del atentado: “Cuando la maten yo voy a estar llegando a la costa”, referido a la zona de Playas sobre el Atlántico.
"Se evidencia como indispensable la convocatoria a prestar declaración testimonial al diputado Marcos Cleri -quien presentó al legajo una certificación notarial de una captura de pantalla" en la que el testigo le refirió haber escuchado esa frase.
En el caso de Milman al menos parcialmente responden a las demandas de los abogados de la vicepresidenta José Manuel Ubeira y Marcos Aldázabal, que también solicitaron se hagan pericias sobre los dos teléfonos celulares de las asesoras.
De acuerdo con la versión, las asesoras mintieron en la primera declaración ante la jueza y cuando ella le mostró los videos grabados por las cámaras de seguridad del lugar se desdijeron, de su mentira anterior, sobre que nunca iban a ese lugar.
Los jueces hablaron de “gravedad institucional” del hecho investigado, “el intento de dar muerte a la vicepresidenta de la Nación, Cristina Elisabeth Fernández”, por lo que se hace urgente reunir todas las pruebas que puedan llevar hacia la verdad.
Por su parte, el juez Marcelo Martínez de Giorgi, quien investiga al grupo neonazi de Revolución Federal, intentó pasar su investigación a la jueza Capuchetti, por la evidente relación de estos con los tres procesados por esta causa.
El juez Bruglia dictó otra resolución rechazando el planteo de los querellantes de apartar a Capuchetti con el argumento que “por el momento no hay evidencia de riesgo de imparcialidad, cuando suman las pruebas de parcialidad de la magistrada, en un registro que dio a conocer la vicepresidenta y sus abogados. Capuchetti decidió hace días que delegaba al fiscal de la causa Carlos Rívolo, que continuara con la investigación de la causa.
"Si nos frustraron la posibilidad de la prueba es porque había gato encerrado", dijo el abogado José Manuel Ubeira en la audiencia con el juez Bruglia. Capuchetti ha rechazado una serie de pruebas ignorando la mayoría de las medidas que pidieron los abogados.
Hay otros personajes en la escena como Hernán Carrol, de la llamada Nueva Centroderecha, quien aparece en una serie de fotos incluso con la ex ministra de Seguridad de Macri, Patricia Bullrich, pero nunca lo citó a pesar de que el principal acusado, Fernando Sabag Montiel, pidó a la magistrada que se comunicaran con Carrol para que este le enviara un abogado para su defensa.