Bruselas. Kosovo y Serbia acordaron medidas para apaciguar la larga disputa por las matrículas de vehículos, dijo ayer el jefe de la diplomacia de la Unión Europea (UE), Josep Borrell, que celebró el acuerdo.
El presidente serbio, Aleksandar Vucic, afirmó que el acuerdo alcanzado en Bruselas sobre la problemática de las matrículas serbias en Kosovo es una “victoria táctica que acabará generando problemas en el futuro.
“Muy satisfecho de anunciar que los líderes negociadores de Kosovo y Serbia, bajo el asesoramiento de la Unión Europea, han acordado medidas para evitar una nueva escalada”, tuiteó el político español.
Kosovo, que se declaró independiente de Belgrado en 2008, y Serbia se centrarán ahora en la propuesta europea para normalizar sus relaciones, añadió Borrell.
La última disputa emergió después de que Kosovo advirtió a los serbios en su territorio que serían penalizados si no cambiaban las matrículas de vehículos serbias por otras expedidas por Pristina.
La orden alimentó protestas de la población de la etnia serbia, pero el primer ministro kosovar, Albin Kurti, insistió en seguir adelante con el plan hasta que el martes, tras la presión de Estados Unidos, anunció un plazo de dos días en su implementación.
El lunes, luego de organizar una reunión a tres bandas en Bruselas, Borrell dijo que el presidente serbio, Aleksandar Vucic, se había mostrado dispuesto a aceptar un compromiso, pero Kurti no.
En virtud del acuerdo del miércoles, Borrell explicó que Belgrado dejará de expedir matrículas con el nombre de ciudades en Kosovo y Pristina “paralizará más acciones relacionadas con la rematriculación de vehículos.
“Invitaré a las partes en los siguientes días para discutir los próximos pasos”, añadió.
Belgrado no reconoce la independencia de Kosovo, hecho que provoca la mayoría de disputas en territorios kosovares habitados por personas de etnia serbia. La crisis de las matrículas se agravó este mes cuando los serbios renunciaron masivamente de instituciones públicas.
Según Vucic , unos 7 mil propietarios de las matrículas KM (Kosovska Mitrovica), emitidas por Serbia, viven en Kosovo y Metojia, y otros 2 mil habitan en el centro de Serbia, “y pueden seguir conduciendo con ellas sin ningún tipo de obstáculos ni multas”.