El Instituto Politécnico Nacional (IPN) informó ayer que el llamado Plan de Beneficios Múltiples (PBM), un programa piloto de retiro que comenzó a aplicarse desde la primera quincena de noviembre, quedó “suspendido” ante las muestras de descontento que generó su puesta en marcha.
A través de un documento que comenzó a circular este miércoles en la institución, dirigido a los coordinadores, secretarios y directores de escuelas, el titular del área de Capital Humano, Héctor Bello Ríos, notificó que el esquema ya no se aplicaría, “en atención a las manifestaciones de inconformidad recibidas de manera verbal y por escrito”.
En el documento, el funcionario recalcó que la “prueba piloto” del PBM, “que apareció registrado en el CFDI de la quincena 2022/21, registrado con código de descuento 234, no afectó el ingreso líquido de los servidores públicos a quienes fue aplicado”, y que “la reimpresión de los recibos de las quincenas 21 y 22 se regularizará antes del 30 de noviembre”.
Ayer mismo en la mañana, un grupo de trabajadores del Politécnico –sobre todo del Personal de Apoyo y Asistencia a la Educación– realizó una caminata de la Secretaría de Administración a la Dirección General del instituto para manifestar su rechazo a la aplicación del PBM, al destacar que los empleados no habían sido notificados ni consultados sobre dicho proyecto.
Tras la llegada de los inconformes, el secretario general del IPN, Carlos Ruiz Cárdenas, salió a su encuentro y pidió que se leyera en voz alta la circular y contestó cuestionamientos sobre el tema. En algunos grupos de trabajadores se escucharon llamados a realizar un “paro general” y críticas al desempeño de los funcionarios.
Como se informó en este diario, la aplicación del PBM generó manifestaciones de descontento entre grupos de docentes y trabajadores del IPN desde hace varios días, en particular por que, según los inconformes, los directivos del instituto no los consultaron sobre el tema ni notificaron de su puesta en marcha.
En respuesta, Bello Ríos había afirmado en entrevista con La Jornada que el citado programa de retiro era un “esquema piloto” cuya aplicación había solicitado desde hace varios años por el propio Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación.
Asimismo, descartó que esto generara un conflicto al interior del IPN porque la aplicación del PBM no era obligatoria y habría mesas de diálogo con todos los sectores inconformes.