La mayoría de los niños con infecciones respiratorias agudas superan la enfermedad en el transcurso de cinco días. Los cuadros graves se presentan, generalmente, en quienes viven con algún otro padecimiento, afirmó Adriana Luna Castañeda, neumóloga pediátrica del Hospital de Pediatría del Centro Médico Nacional Siglo XXI del Instituto Mexicano del Seguro Social, en relación con el incremento acelerado que han tenido estos padecimientos en las pasadas semanas en México y en países del hemisferio norte.
De acuerdo con información de la Secretaría de Salud (Ssa), actualmente casi la mitad de los cuadros respiratorios se deben al virus sincicial respiratorio y le siguen los enterovirus y rinovirus, para ninguno de los cuales existe un tratamiento médico específico.
La especialista destacó que si bien los niños salen adelante en unos cuantos días, la tos puede persistir por más de tres semanas y suele ser motivo de alarma para los padres de los pacientes. Sin embargo, esta manifestación forma parte del mecanismo de defensa del organismo frente a la infección.
Datos de la Ssa señalan que el cuerpo produce la tos para “eliminar los microrganismos que ocasionan la enfermedad” y recomienda que los pacientes tomen mucha agua.
En entrevista, Luna Castañeda comentó que en años previos a la pandemia de covid-19, el virus sincicial respiratorio se presentaba en niños menores de dos años y ahora, lo que se ve en las clínicas y consultorios es que la infección afecta a niños de tres años en adelante. “Eso no se veía antes”, sostuvo.
También dijo que los ingresos a los hospitales se deben a cuadros severos de infección respiratoria, pero seguramente hay muchos más casos que no se identifican ni diagnostican por ser leves o moderados que se curan sin mayor problema.
Consideró que el incremento en las infecciones respiratorias se debe a lo que se conoce como “brecha de inmunidad”, que es el “hueco” que se generó durante la pandemia. El aislamiento y las medidas de higiene disminuyeron la exposición de las personas a los virus que normalmente circulan en el ambiente. Eso reduce la vulnerabilidad frente a las infecciones, principalmente en los niños, como se ha visto en el país. Ahora que han regresado a las guarderías y escuelas, el riesgo se incrementa por las varias horas que pasan en espacios cerrados, apuntó.