Algunos de los choques que han impulsado la inflación en México se han mitigado, sobre todo en el flujo de las cadenas de suministro, consideraron todos los integrantes de la Junta de Gobierno de Banco de México. Sin embargo, la mayoría señaló que el balance de riesgos para el curso de los precios sigue sesgado al alza, por lo que continuarán los incrementos en la tasa de política monetaria, pero su magnitud se irá definiendo sobre la marcha.
Con una inflación general que se ha moderado, pero cuyo componente subyacente —el menos afectado por la volatilidad— no cede y lleva 23 meses al alza; un crecimiento económico que ha superado las expectativas del mercado y la advertencia de un aumento en las presiones inflacionarias por las revisiones salariales; el organismo expuso que “valorará la magnitud de los ajustes al alza en la tasa de referencia de sus próximas reuniones de acuerdo con las circunstancias prevalecientes”.
En la más reciente reunión de política monetaria, en la que, por mayoría, se decidió aumentar la tasa de interés en .75 puntos porcentuales, para llevarla a 10 por ciento, los integrantes de Banco de México compartieron que en términos generales los precios van a la baja, pero su componente subyacente no; además, las compensaciones por riesgos inflacionarios en los instrumentos de mercado exhiben que persiste “gran incertidumbre sobre el futuro de la inflación”, matizó uno.
Los integrantes del banco central debatieron sobre el incremento de las expectativas de inflación en el corto plazo y mediano plazo; las de largo plazo que, si bien permanecieron estables, se encuentran por arriba de la meta del organismo. En instrumentos de mercado, “uno notó que la mayor compensación por inflación y riesgo inflacionario indica que existe una gran incertidumbre sobre el futuro de la inflación”, consigna la minuta de la reunión.
La inflación de las mercancías alimenticias es la que presenta mayores presiones. Ha registrado variaciones anuales de doble dígito durante los últimos ocho meses, y algunos integrantes del banco central consideraron preocupante que continúe aumentando y que más del 70 por ciento de sus genéricos registren variaciones mensuales con ajuste estacional anualizadas superiores a 10 por ciento.
Sobre el ciclo de alzas por parte de la Reserva Federal, el banco central de Estados Unidos, la mayoría consideró que ésta podría disminuir la velocidad de sus ajustes próximamente; aunque la gobernadora, Victoria Rodríguez Ceja, y otros miembros del organismo han declarado en varias ocasiones que la política monetaria definida por Banco de México no sigue en automático la del país vecino para mantener el diferencial.
No obstante, ese diferencial habría ayudado a mantener el valor del peso mexicano, comentaron algunos integrantes del banco en la reunión del pasado 10 de noviembre; al tiempo que la mayoría destacó el comportamiento ordenado de la moneda en un contexto externo incierto, volátil y de mayor aversión al riesgo; resistencia que asocian a los “sólidos fundamentos macroeconómicos del país”.
La mayoría advirtió que podrían observarse mayores presiones por los incrementos de costos asociados a las condiciones de contratación o revisiones salariales, aunque uno de sus integrantes consideró que "por ahora no se observa una espiral precios-salarios ya que, contrario a lo que históricamente ocurre en esos episodios, actualmente el crecimiento de los salarios reales ha sido inferior al de los precios como la que actualmente se observa, no necesariamente ha conducido a una espiral precios salarios, sino a una recuperación del salario real una vez que la inflación empieza a descender".