¿Por qué asistir a la marcha del domingo? Bueno, lo correctamente político reza que se trata del festejo de la gente por los cuatro años de la 4T y sus resultados, pero hay más, sin duda.dígase lo que sea, a la izquierda corresponde ahora mostrar músculo. Se puede decir que se trata de una reacción a la manifestación encabezada por Vicente Fox, Elba Esther Gordillo, Alito y otros demócratas hace algunos días, y a la que trataron de situar como defensa al dispendio multimillonario del INE, pero debe ser por algo más.
Sí, es posible que la marcha del próximo domingo también busque demostrar que los que votaron hace ya cuatro años por un cambio, que se viene fraguando poco a poco, pero de forma contundente en el país, tienen razón. Los de la derecha buscaron denostar al gobierno, mientras los de izquierda quieren reivindicar la razón del sufragio que llevó a la 4T al gobierno.
La izquierda tiene sus razones y por eso seguramente acudirá el domingo a lo suyo, las calles de la ciudad. Tampoco se trata de venganza, sino más bien de retomar lo que siempre han tenido, aunque ahora por otros motivos.
Así las cosas, es muy probable que el próximo domingo vayan muchos de los beneficiarios de los programas sociales, esos que saben muy bien que muchos de los fondos, que por ejemplo se han empleado para cubrir los gastos de los consejeros del INE y que se cuentan en millones y millones de pesos, podrían tener otro destino, sin dañar en nada a la democracia que los jefes de ese instituto dicen proteger con murallas millonarias.
Y que quede claro: no se trata de quitar nada a nadie, es asunto de hacer un poco de justicia social que tanto requiere el país. Por eso, cuando se anuncia que las desigualdades se han ido zanjando, hay motivo de sobra para festejar, sí, pero también para mostrar que el rumbo político del país es acertado.
Por eso, más allá de lo políticamente correcto, está la fortaleza con que se debe enarbolar la bandera del cambio que tendrá que trascender a este gobierno para culminar el proyecto que se inició hace cuatro años, pero que lucha contra la inercia creada por tres décadas de dominio de los acólitos del mercado y la corrupción.
Entonces, el domingo que viene las calles de la capital de México habrán de llenarse de razones, de todas las que la 4T ha convertido en gobierno para dar impulso al cambio que no deberá detenerse al finalizar el sexenio, porque aún falta mucho, y a nadie le conviene, ni a los del otro lado, frenar la transformación que sin exageraciones ha propuesto y ejecutado este gobierno.
Así que, como sea, la concentración del domingo es de todos, aunque los otros no se enteren.
De pasadita
La alcaldesa de Cuauhtémoc, Sandra Cuevas, quien prometió estar muy pendiente –minuto a minuto– de lo que pase en la marcha del domingo –ojalá no mande a sus golpeadores a provocar algo malo en la concentración–, debería estar dedicada a componer las calles de las colonias de esa demarcación, hoy hechas un grandísimo hoyo por el descuido de la señora, que parece pasar el tiempo buscando cómo atacar a quienes considera sus enemigos, en este caso los militantes o simpatizantes de Morena.
Cuevas, cabeza de playa de Ricardo ( Chucho) Monreal en la ciudad, ha ido cavando la tumba de la oposición, que con ella ha demostrado que no tiene gente para hacer política y menos aún para gobernar. Antes de que termine la semana la alcaldesa tendrá dentro de su colección una denuncia más por sus acciones de destrucción y sabotaje en contra del gobierno central. Ni cómo defenderla.