Siem Riep. Las discrepancias en torno a Taiwán dominaron una reunión ayer aquí entre el jefe del Pentágono, Lloyd Austin, y su homólogo chino, Wei Fenghe, quienes se esforzaron en contener las tensiones que se recrudecieron en agosto pasado cuando la presidenta de la Cámara de Representantes estadunidense, Nancy Pelosi, visitó Taiwán, después de lo cual, Pekín desplegó maniobras militares a gran escala alrededor de la isla.
Para Pekín, la visita de Pelosi violentó el principio de “un país, dos sistemas” que estipula que aunque Taiwán tiene su propio gobierno, es parte indivisible del territorio de China. Desde entonces, ambas potencias han tenido reuniones de alto nivel para distender la situación, y la semana pasada el presidente chino, Xi Jinping, se reunió con su par estadunidense, Joe Biden, en el contexto de la cumbre del G-20.
Una fuente estadunidense aseguró que durante el encuentro celebrado ayer en esta ciudad de Camboya las partes acordaron que “nuestros países trabajen juntos para evitar que la competencia derive en un conflicto”.
Agregó que Austin buscó “la reapertura de una serie de diálogos y mecanismos militares y para ayudar a manejar la competencia de forma responsable” que fueron suspendidos tras la visita a Taiwán de Pelosi, ante la indignación y amenazas de Pekín.
Un portavoz del ministerio de Defensa chino afirmó que ambas naciones quieren mantener “la paz y la estabilidad”, pero advirtió que China espera que sus intereses fundamentales sean respetados.
En Puerto Princesa, Filipinas, la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, pidió a otros países defender de la influencia de Pekín la integridad territorial y la libertad de navegación en el mar de China Meridional y, sin mencionar por su nombre al gigante asiático, dijo que Washington hará presión internacional contra el “comportamiento irresponsable” en las aguas disputadas.
Antes de la visita de Harris se produjo un nuevo incidente, cuando la marina filipina acusó a un barco guardacostas chino de confiscar por la fuerza restos de un cohete chino que unos marineros filipinos remolcaban a su isla.