Doha. Los partidos de 90 minutos llegan a superar los 100 durante el Mundial, y eso es lo que quiere la FIFA para dar más espectáculo a los aficionados.
Con los cerca de 14 minutos añadidos al final de la sorpresiva derrota de Argentina ante Arabia Saudita, se contabilizan las cinco prolongaciones más largas para un solo tiempo en cualquier Copa del Mundo, según la web de análisis de estadísticas Opta Joe.
Inglaterra e Irán llegaron al minuto 15 de tiempo extra en la primera mitad, y el árbitro añadió 14 más en la segunda. El golpe que recibió el portero iraní justificó la primera, pero la segunda causó sorpresa.
Aún más increíble fue que el Holanda-Senegal y el Estados Unidos-Gales añadieran exceso de minutos por los constantes parones en el juego. El segundo, que comenzó a las 22:00 horas del lunes en Doha, recibió el silbatazo final cuando ya era martes. El patrón se repitió ayer, en el aciago debut de Argentina, que llegó al minuto siete de prolongación en la primera mitad y casi lo dobló en la segunda.
“El objetivo es ofrecer más espectáculo a los aficionados del Mundial”, afirmó el presidente del comité de árbitros de la FIFA, Pierluigi Collina, en Qatar antes del torneo.
Collina insistió en que la directriz a los silbantes “no es algo nuevo”. Los directivos de la FIFA llevan tiempo preocupados por la disminución del tiempo de juego efectivo dentro de los 90 minutos reglamentarios.
El histórico astro holandés Marco van Basten sugirió en 2017 considerar la utilización de un cronómetro de 60 minutos con paradas, como en el baloncesto.
Entonces, hasta él señaló con ironía que se había convertido en una rutina que los árbitros añadieran un minuto en la primera parte y tres en la segunda, independientemente de lo que ocurría sobre el pasto.
En el Mundial de Brasil, el balón solía estar en juego alrededor de 60 minutos, pero en el de Rusia ese tiempo se redujo a entre 52 y 58, de acuerdo con un análisis estadístico.
El videoarbitraje que se empleó por primera vez en una Copa del Mundo hace cuatro años es el responsable de algunas de las demoras actuales, con parones de alrededor de dos minutos para comprobar lances decisivos en el juego.
Las celebraciones de los goles, que ahora son más largas, también han puesto a prueba la paciencia de la FIFA.