Hasta ahora no hay elementos para suponer que el desplome del helicóptero donde viajaba el secretario de Seguridad Pública de Aguascalientes, Porfirio Javier Sánchez Mendoza, ocurrido el 17 de noviembre pasado, se haya debido a un atentado, según los peritajes realizados por la Fiscalía General de la República (FGR).
La dependencia informó que luego de los hechos, su delegación en esa entidad abrió una carpeta de investigación por la posible comisión de los delitos tipificados en el Código Penal Federal en sus artículos 170, referente al uso de explosivos para destruir aeronaves, y 399, sobre daños en propiedad ajena.
“Se han realizado los peritajes en materia de aeronáutica civil, criminalística de campo, incendios, seguridad, genética, balística, así como el procesamiento del lugar de los hechos; las entrevistas con testigos y la obtención de videos del C-5 y C-4 correspondientes a dicho territorio” precisó la FGR.
El helicóptero siniestrado pertenecía a la Secretaría de Seguridad estatal, era conocido como Águila 1 y se desplomó en un lote baldío del municipio de Jesús María. En el impacto murieron de manera instantánea Sánchez Mendoza, además del piloto, un capitán y dos artilleros.
“Los primeros peritajes indican que no se han encontrado vestigios de algún impacto producido por arma de fuego en los restos de la aeronave” señaló la FGR.
El sábado pasado, el fiscal estatal, Jesús Figueroa Ortega, afirmó que una de las líneas de la investigación a su cargo apunta a que el helicóptero se habría encontrado con una parvada, pero añadió que el resultado completo de sus pesquisas tardaría entre dos y tres meses.