Doha. “Nada va a perturbar hoy a Francia en su primer partido del Mundial contra Australia, ni siquiera la ausencia de Karim Benzema”, dijo el capitán Hugo Lloris.
Los defensores del título comienzan su campaña en el Grupo D, cuando buscarán superar a los socceroos en el estadio Al Janoub, tal cual lo hicieron al iniciar su viaje a Rusia 2018.
Han sufrido una serie de lesiones, que descartaron a los mediocampistas de referencia Ngolo Kanté y Paul Pogba, y más recientemente al ganador del Balón de Oro, Benzema, quien dejó al equipo en las primeras horas del domingo después de retirarse con una lesión en el muslo, y al central Presnel Kimpembe.
El timonel galo, Didier Deschamps, puso como referente a Kylian Mbappé, quien tendrá ahora la responsabilidad de Benzema.
“Kylian todavía es joven, pero ya ha hecho grandes cosas. Los cuatro años que han pasado (desde Rusia) le han servido para ganar madurez y obtener aún más reconocimiento en todo el mundo”, subrayó el seleccionador, quien el próximo año será relevado por Zinedine Zidane.
Desde que llegó al Paris Saint-Germain en 2017, en un acuerdo valorado en 180 millones de euros (184.5 millones de dólares), Mbappé ha marcado 190 tantos, 100 en sus pasados 113 juegos con el campeón francés.
Pero el arquero Lloris, que disputa su cuarta Copa del Mundo y roza su juego 148 como internacional, cree que Mbappé todavía no ha alcanzado su plenitud.
“Ha confirmado todas las expectativas que la gente tenía puestas en él a lo largo de los años. Es difícil definir los límites de un jugador como Kylian, porque su potencial es increíble”, afirmó Lloris. “Está comprometido, concentrado y relajado y creo que puede ayudarnos a alcanzar nuestros objetivos aquí.”
Sin la generación dorada de 2006 (Viduka, Kewell, Cahill, Schwarzer, etcétera), Australia parece tenerlo muy difícil para igualar los octavos de final en Alemania, su mejor resultado.
En la misma llave D, el retorno del centrocampista del Manchester United Christian Eriksen centrará el estreno de Dinamarca contra Túnez este martes en el Education City de Rayán.
Eriksen lidera a uno de los países que se han mostrado más crítico con la celebración del torneo en el país árabe, con el recuerdo aún reciente de su cuerpo desplomado sobre el césped tras sufrir un paro cardiaco en el partido contra Finlandia, en Copenhague, de la Eurocopa del pasado año.
“Es duro mirar hacia atrás y pensar en cómo era mi carrera y mi vida antes. Sentarme aquí después de un año y jugar el Mundial es un gran contraste. Ese ha sido el sueño desde el principio y esperaba estar aquí. El logro fue volver, recuperar la salud y tener una vida. Quería jugar al futbol y afortunadamente será en un Mundial”, celebró Eriksen.
Túnez sólo ha sumado dos victorias en mundiales, contra México en 1978 y ante Panamá en Rusia 2018.