La crisis de la justicia, los discursos de odio, la llamada “prensa mentirosa”, el poder de las redes sociales y las noticias falsas, así como el papel de la política, la democracia, el totalitarismo, la intolerancia, la impunidad y la polarización son algunas de las cuestiones que se ven reflejadas en la puesta en escena de la obra Furor, escrita por los autores alemanes Lutz Hübner y Sarah Nemitz, que, con dirección del maestro Luis de Tavira, se estrena el 24 de noviembre en el Teatro de las Artes del Centro Nacional de las Artes (Cenart).
La historia gira en torno a un accidente de tráfico en el que se ve involucrado un político en campaña electoral para el puesto de alcalde de la ciudad, quien atropella a un joven, que como consecuencia tiene que vivir en una silla de ruedas.
La investigación ministerial reporta que el joven, víctima de la drogadicción, atravesó la calzada de manera imprudente. El joven es hijo de una madre soltera, enfermera geriátrica de profesión, quien apenas gana lo suficiente para sobrevivir y que vive en un departamento de interés social.
Además de esos tres personajes, aparece el sobrino de la mujer y primo del joven herido, quien trabaja de repartidor.
En cierto momento, el político, de quien se dice no tiene culpabilidad, pues el joven estaba bajo el efecto de las drogas corriendo por la calle en el momento del accidente, decide de manera honesta, aunque con 15 días de retraso, visitar a la madre del joven para hablar con ella sobre cómo podría brindar la ayuda adecuada a su hijo, que todavía está en el hospital. Ahí, el sobrino, joven sensible a las causas sociales, propone como negociador con el político en campaña en lugar de la tía.
Montaje contemporáneo y paradigmático
Se produce entonces una batalla entre los dos: por un lado, el político, profesional y pragmático; por el otro, un joven lleno de posiciones extremas, que se alimenta de la decepción, la ira y el odio.
“Mientras transcurre la trama, se entra en una situación cada vez más riesgosa, hasta convertirse en una altamente violenta y peligrosa para los involucrados”, explicó el maestro De Tavira en charla con La Jornada.
Es una obra en la que “se ve reflejada una crisis de la justicia, un enfrentamiento entre lo que es la verdad y la hoy llamada posverdad: ¿a quién se debe creer? ¿a las redes sociales o a los testimonios o las evidencias? Se puede creer o no en las instituciones. Se sabe que los políticos tienen palancas y que las oficinas de gobierno tienen relaciones con la prensa. En ese contexto, hay una sociedad que clama por su derecho a la verdad y una real y efectiva justicia”.
Furor, traducida del alemán por Stefanie Weiss, agregó De Tavira, “es una obra contemporánea y paradigmática. Es un teatro que involucra el debate de las ideas y que nos invita a pensar sobre la sociedad, el papel de la política, la democracia, el totalitarismo, la intolerancia, la impunidad, la polarización y la crisis de la justicia”.
Con escenografía e iluminación de Jesús Hernández, vestuario de Jerildy Bosch, diseño sonoro de Rodrigo Espinosa, peinados y maquillaje de Maricela Estrada, actuaciones de Stefanie Weiss, Rodrigo Virago y Juan Carlos Vives, Furor se presentará del 24 de noviembre al 4 de diciembre los jueves y viernes a las 20 horas, sábados a las 19 horas y domingos a las 18 horas en el Teatro de las Artes del Cenart (Río Churubusco 79, colonia Country Club).