El presidente Andrés Manuel López Obrador apeló a la celebración del 112 aniversario del inicio de la Revolución Mexicana para explicar la coyuntura actual: “La traición contra Madero ayuda a entender el porqué de nuestra estrategia política. Si no estuviéramos respaldados por la mayoría de los mexicanos, en especial por los pobres, ya nos habrían derrotado los conservadores o habríamos tenido que someternos a sus caprichos e intereses”.
Ante miles de militares vestidos con atuendos revolucionarios y otros tantos que aguardaban el arranque de la parada tradicional, el mandatario agregó que desvincularse del pueblo implicaría el riesgo de “convertirnos en simples títeres o peleles de quienes ya se habían acostumbrado a robar y a detentar el poder económico y político en nuestro país, ya se sentían los dueños de México”. Con el pleno de su gabinete en el estrado, hizo el enésimo reconocimiento a la lealtad de las fuerzas armadas.
Casi tres horas consumió la ceremonia para recordar la gesta revolucionaria, en la que, siempre afecto a la historia, el Presidente hizo una larga disertación del Porfiriato, con énfasis en que fue el origen de la corrupción al amparo del poder público.
Fue también un gobierno proclive a beneficiar a los sectores acomodados en detrimento de campesinos, obreros e indígenas, contra quienes el régimen de Porfirio Díaz cometió uno de los “episodios más vergonzosos de nuestra historia” con la masacre de 15 mil yaquis.
“Son varias las lecciones que nos dejó la Revolución, pero hay dos enseñanzas mayores: una es que las dictaduras o las oligarquías no garantizan la paz ni la tranquilidad social. Y la otra es que los gobiernos democráticos sólo pueden tener éxito si atienden las demandas de las mayorías y, en consecuencia, consiguen a cambio, como recompensa, el apoyo del pueblo”, dijo López Obrador.
Origen de las fuerzas armadas
Más adelante hizo énfasis en la traición que enfrentó Madero y en la secuela que explica el surgimiento del Ejército moderno en México, cuando Venustiano Carranza, entonces gobernador de Coahuila, desconoció la legitimidad de la presidencia de Victoriano Huerta.
Para López Obrador, ese momento explica las razones por las cuales denomina a los soldados como pueblo uniformado, por su lealtad y el acercamiento que, según dijo, existe ahora entre los militares y la sociedad. Éste es el origen del actual Ejército que, aseguró el Presidente, “surge del pueblo para defender la legalidad, la democracia y hacer valer la justicia”.
Nuevamente colmó de elogios al Ejército y subrayó que en la historia contemporánea de las fuerzas armadas “es más lo bueno de esta institución militar que los errores o sus manchas, muchas de ellas no atribuibles a los mandos militares, sino a los gobiernos civiles que en algunas ocasiones las han utilizado indebidamente; han utilizado a las fuerzas armadas para reprimir al pueblo”.
El Ejército Mexicano se distingue de otros en América Latina porque nunca perteneció a la oligarquía, sino que surge del México profundo, aseguró el mandatario. Finalmente, destacó que las reformas legales recientes permitirán que las fuerzas armadas no sólo se aboquen a garantizar la soberanía nacional, sino que continuarán colaborando en tareas de seguridad, “como cuerpos de paz y de progreso con justicia”.