El bufón más peligroso rehúsa ceder el escenario –su enfermedad vanidosa/ narcisista no lo permite– y con su anuncio de que será candidato presidencial “para hacer grande y glorioso a Estados Unidos otra vez”, persiste el espectro del neofascismo en Estados Unidos.
Trump es ahora el único ex mandatario en la historia del país bajo investigación criminal por un intento de golpe de Estado. Enfrenta por lo menos otras cuatro investigaciones criminales: por extraer ilegalmente documentos oficiales top secret, por intentos de subvertir el proceso electoral en Georgia, y dos por posibles delitos de sus empresas.
Trump, quien acaba de ser reinstalado en Twitter después de ser expulsado por usar su cuenta para fomentar un intento de golpe de Estado el 6 de enero de 2021, y con ello anular la libertad de expresión de millones, ahora reciclará su mensaje xenofóbico y antimigrante, racista, misógino, y antiderechos y libertades civiles.
Que el hombre que sigue rechazando aceptar que perdió la elección, que insiste sobre su éxito empresarial construido sobre corrupción y engaño, quien ha pagado a mujeres para comprar su silencio sobre sus relaciones sexuales y quien ha sido acusado de violación y abuso sexual, quien sigue atacando a todos que se atrevan criticar o cuestionario, quien declaró que los periodistas son “el enemigo del pueblo”, quien ha fomentado la violencia política y racista, que como comandante en jefe deseaba usar las fuerzas armadas para reprimir la libertad de expresión de sus ciudadanos y el único presidente en ser sujeto a un impeachment dos veces, que ahora se proclame defensor de Dios, la familia y la patria es, pues, bufonesco.
“Soy una de las gentes más honestas e inocentes, personas que jamás han existido en nuestro país”, declaró sin risa este domingo, al solicitar fondos para defenderse de las investigaciones.
En el ámbito internacional, Trump como presidente canceló el compromiso estadunidense con varios acuerdos incluyendo sobre el cambio climatico, el acuerdo nuclear con Irán y revirtió la normalización de relaciones con Cuba mientras apoyó a contrapartes neofascistas en Brasil y otras partes del mundo.
Su campaña antimigrante –específicamente contra mexicanos y centroamericanos– incluyó medidas donde secuestró a más de 5 mil niños de los brazos de sus familias para colocarlos en jaulas.
En torno a México, el presidente Trump contempló bombardear laboratorios del narco en el país vecino (de manera encubierta); deseaba enviar 250 mil tropas estadunidenses para sellar la frontera e inició la construcción de un muro inspirado en el de Israel para frenar el flujo de mexicanos y otros en la frontera. Amenazó imponer aranceles sobre importaciones mexicanas con lo cual logró, repite hasta hoy día, obligar a México a desplegar miles de tropas para frenar el flujo migratorio a Estados Unidos. Trump arrancó su campaña presidencial en 2015 declarando que México “no es nuestro amigo” y sus migrantes transportan drogas, son “criminales” y “violadores”.
Este pasado fin de semana, Trump felicitó y ofreció su apoyo a las fuerzas derechistas en México y las Américas que luchan contra la 4T y otros movimientos progresistas (https://www.jornada.com.mx/2022/11/20/politica/008n1pol; https://www.jornada.com.mx/2022/11/19/politica/004n1pol).
Cuando Trump declaró su nueva campaña electoral la semana pasada, afirmó que la amenaza más grave “a nuestra civilización” proviene desde adentro. Maureen Dowd, columnista del New York Times, comentó que “eso es de hecho la verdad, pero sólo porque Trump buscó explotar cada división oscura e impulso bajo que podía encontrar. Prefiere hacer estallar nuestra democracia que admitir que es un perdedor… eso lo convierte en un traidor”.
Ante el retorno del bufón peligroso y todo lo que representa, ¿no es hora de convocar y regenerar la solidaridad entre las fuerzas democratizadoras en Estados Unidos, México y America Latina en su lucha común incluyendo la resistencia contra la ultraderecha?
Paul Robeson. Joe Hill. . El gran organizador sindical y cantante Joe Hill fue ejecutado por el gobierno de Estados Unidos el 19 de noviembre 1915. Su últimas palabras fueron: “no lamenten, organicen”.