En el ring de la Arena México, el coordinador de Morena en el Senado, Ricardo Monreal, reiteró ayer que peleará por la candidatura de ese partido para suceder al presidente Andrés Manuel López Obrador y ofreció reconciliar a un país que “está partido en dos” por la división y la polarización.
Esa polarización, advirtió, “es veneno para nuestro país, genera desconfianza entre nosotros, incluso en nuestras relaciones cercanas enciende conflictos y empuja al odio y la violencia”.
Ante miles de integrantes de la naciente organización Reconciliación X México (buena parte de los cuales eran jóvenes, que portaban banderas, mantas, pancartas y camisetas con su imagen y con el que todo indica será su lema de campaña: “No nos vamos a dejar, no nos vamos a rajar”), Monreal insistió en que “nunca se había visto” el momento de polarización que vive México.
Quitaron el encordado para que usara el ring como templete, desde donde reiteró que la gran desigualdad que existe en el país ha sido aprovechada para alimentar la polarización. “Pero la desigualdad no se elimina con más división, exclusión y rechazo”. Entre gritos de “presidente, presidente”, que coreaban los asistentes a esta concentración, en la que no se escatimaron recursos y devino en mitin de campaña, Monreal dio a conocer su plan de reconciliación.
Resaltó que parte central es “asegurar que la injusticia que arrastramos en forma de desigualdad y pobreza se sanee con un Estado que no se limite a ayudar a las personas menos favorecidas. Se trata de cambiar las condiciones para eliminar la pobreza por medio del empleo y de oportunidades reales”.
Aseguró, en una Arena México llena casi a 90 por ciento, que sigue defendiendo “la esencia original” del movimiento de la Cuarta Transformación, pero, reiteró, “ahora la polarización puede desgarrar a nuestro país en pedazos y esto tiene que terminar”.
Al inicio de su discurso, que fue transmitido simultáneamente en redes sociales, Monreal no dejó de advertir que “no tendremos reconciliación real hasta que la gente en México tenga piso parejo” y se reconozca que debe revisarse la estrategia de seguridad.
Asistieron 13 senadores morenistas: Rafael Espino, Nancy Sánchez, Ricardo Velázquez, Casimiro Méndez, Adolfo Gómez, Soledad Luévano, Marybel Villegas, Eli Cervantes, José Ramón Enríquez, Claudia Balderas, María Merced González, Cecilia Sánchez y Eduardo Ramírez.
Este último intervino también para recalcar que “nadie puede condenarnos por el simple hecho de pensar diferente, por tener pensamiento autónomo” y exclamó luego: “¡Ricardo Monreal va a ser el próximo presidente de México!” y pidió al auditorio repetir la consigna.
Sostuvo además que los reunidos en ese escenario habitual de lucha libre y combates de box venían de todas partes de la república, “por su propia voluntad”.
De hecho, los contingentes llegaron en autobuses desde las 8:30 de la mañana, y mientras esperaban fueron animados por grupos musicales hasta que Monreal subió al ring después de la una y media, para ser presentado como invitado y con el tono que se emplea en esa arena para los grandes boxeadores.
El acto fue anunciado como convención nacional de Reconciliación X México, “una plataforma ciudadana”, que es coordinada por Néstor Nuñez, ex delegado en Cuauhtémoc y muy cercano al líder de Morena en el Senado. Se espera que en los próximos días se dé a conocer el costo de la concentración.