Durango, Dgo., Familiares de pacientes con meningitis aséptica internados en el Hospital General 450, en esta ciudad, expresaron temor de que en cualquier momento les avisen que su esposa, madre o hija fallecieron por dicha enfermedad. A la fecha suman 57 casos y ocho decesos.
Expusieron también que varios de ellos han perdido sus empleos por estar pendientes de sus enfermos. José Huízar, esposo de Laura, quien lleva 18 días en coma inducido por el padecimiento, que inflama los tejidos que cubren el cerebro y la médula espinal, señaló que los especialistas sólo les han recomendado “rezar, pedir y esperar”.
Todos los días lo hacen, pero hay mucha incertidumbre y miedo de lo que pueda suceder, incluso si suena el teléfono celular con la noticia de que su familiar falleció.
Las personas que esperan afuera del nosocomio se integraron a un grupo de WhatsApp para informarse sobre los avances de sus enfermos o del fatal desenlace. “Nadie quiere ver quién es, por miedo”, comentó José. Laura es la tercera paciente detectada con ese mal; las dos primeras ya murieron. En el hospital le dijeron a José que le harán traqueotomía a su esposa, porque no pueden dejarla más tiempo intubada.
Le comentaron que la van a ir despertando poco a poco para ver qué secuelas presenta. La duda ahora es: “¿quién nos va a apoyar para las rehabilitaciones cerebrales una vez que esto pase?”
Aunque confió en que saldrán adelante, ya piensa en su restablecimiento, para lo cual pidió el apoyo institucional para la rehabilitación de pacientes.
Otro tema que les preocupa es el medicamento, pues aunque llegó un cargamento, Jesús Huízar señaló que, así como está creciendo el número de positivos, creen que se agotará más rápido el fármaco y no durará ni el mes.
Las familias también enfrentan la pérdida de empleos. Jesús aseguró que la mayoría de las parejas de pacientes con meningitis, ya no tienen trabajo, aunque algunos patrones les dieron la facilidad de no presentarse, no saben por cuánto tiempo, además en varios casos deben atender a sus hijos de meses que están en casa. La mayoría de las internas dieron a luz en meses recientes mediante cirugías por lo que se les aplicó un bloqueo general del cuerpo con anestesia. Y ellas también se quedaron sin trabajo. Hasta ayer la Secretaría de Salud estatal confirmó el octavo deceso, Cristina R., de 28 años, que estuvo más de una semana en terapia intensiva en el Hospital General 450, al que ingresó el pasado 6 de noviembre. El pasado miércoles, sus familiares informaron del fallecimiento.