Buenos Aires. Al comenzar el Mundial de Futbol en Qatar, la pasión futbolera de los argentinos se deja ver hasta en la publicidad de la televisión, que agregan desde banderas, hasta camisetas o moños todos azul y blanco a la propaganda para vender un producto determinado y en las vidrieras de la mayoría de los negocios todas en azul y blanco y la aparición cotidiana de filmaciones del ídolo Diego Armando Maradona, convertido para algunos en un ángel o un santo que puede hacer el “milagro” de meterse mágicamente a gambetear como sólo él podía hacerlo, en la selección argentina.
Ya cercana la Navidad, el gran negocio de estos momentos es comprar televisores de grandes pantallas, en ofertas y en “cómodas cuotas” mensuales en tiempos en que castiga la inflación y la situación económico-social se hace difícil, y los que reclaman ganan las calles congestionadas de la ciudad. Incluso en alguna de las marchas piqueteras se filtraron los rostros de Maradona y de Lionel Messi, el capitán de la selección argentina. Uno como continuidad del otro en el fútbol nacional.
Los más “desencantados” en este mundial son los famosos y terribles barras bravas, que en este año han sido protagonistas de varios hechos violentos, con muertos y heridos. Qatar suena como algo tan lejano e inaccesible cuando un pasaje y estadía por pocos días suma entre seis mil y ocho mil dólares.
Seguramente esto dará seguridad al embajador argentino en Qatar, Guillermo Nicolás, quien espera a 35 mil ciudadanos que llegarán para el comienzo del Mundial. El diplomático explica los cuidados que deben tener los visitantes para evitar conflictos con los organizadores. Una advertencia necesaria para una “hinchada” ruidosa e indisciplinada como suele verse aquí.
Los primeros argentinos que llegaron a Doha realizaron el primer banderazo del Mundial 2022 “y las calles se empiezan a vestir en celeste y blanco”, escribe el embajador. Sin embrago, son 50 mil los argentinos que ya compraron entradas, porque uno de los requisitos para entrar al país es que deben tener un boleto para ver un partido. El diplomático aclara las reglas que se deberán cumplir recordando la tradicional hospitalidad de los pueblos árabes con los invitados pero que “a cambio esperan respeto por sus tradiciones y cultura”.
“Son varias la situaciones que se deben evitar como: faltarle el respeto a la mujer, sacarse las camisetas y marchar con el torso desnudo o tomar alcohol fuera de las zonas permitidas”. De la misma manera hay que evitar “las demostraciones públicas de afecto" entre personas del mismo sexo, las relaciones sexuales entre personas que no estén casadas legalmente y las "ofensas" contra la religión son duramente sancionadas en el código penal. Hacer apuestas está totalmente prohibido. De hecho ya hay un argentino preso, porque llegó a Qatar y pidió que le enviaran algo de dólares porque no había calculado el costo de la vida allí. Esto inquietó a la seguridad y se espera lograr su libertad. Hay otro cuestionado, que deberá resolver su situación.
De hecho, se sabe que la seguridad de Qatar tiene listado de barras bravas o de “indeseables” de varios países a los que no se dejará pasar.
El Mundial en ese país tiene detrás increíbles maniobras, como sucede en todos los mundiales y es inevitable la corrupción de altos niveles, que los pueblos ignoran en este juego de danzas de dineros e intereses políticos, que han dejado atrás los orígenes del fútbol, y el encanto de la competencia verdaderamente popular para convertirse en un gran negocio.
Un negocio que se reproduce hasta en el hecho de vender las figuritas para llenar el álbum, con los rostros de todos los jugadores de los mundiales, y que este año, casi provocan una rebelión aquí, cuando las empresas que se llenan de dinero al copar la venta de estas figuras como sucedió en Argentina, dejan de enviarlas por distintas razones.
Como si ya no fuera suficiente con la crisis que dejó la pandemia de covid-19, todavía no valorada en su intensidad y la guerra y la política de sanciones de Estados Unidos, se agrega la disparatada obsesión por las figuritas.
El hecho es que ahora está en Doha parte de la selección argentina y el tema que produjo una polémica increíble fue nada menos que la yerba mate, que casi crea un problema diplomático entre Argentina y Uruguay.
En este caso, alguien difundió que los argentinos llevaron una cantidad de paquetes de la yerba Canarias, producida por Brasil y envasada en Uruguay, donde es muy popular. No sólo esto sino que los jugadores de la selección argentina eligen una variedad de esta yerba que se llama “serena” compuesta por hierbas naturales como Toronjil, Mburucuyá, Menta y Tilo.
De acuerdo a la prensa local fue el uruguayo Luis Suárez, quien le hizo conocer a Messi esta yerba, que el argentino adoptó para tomar mate y a su vez contagió a otros de la selección.
Al enterarse, un ex diputado argentino de la Union Cívica Radical (aliada con la derechista Juntos por el Cambio) Luis Pastori, se indignó porque eligieran la yerba Canarias cuando “existen decenas de marcas de muy buena yerba mate en Argentina producidas en Misiones y en Corrientes” incluso pidió una explicación oficial sosteniendo que es “casi “una provocación”.
Para apagar el fuego intervino Nicolás Novello, jefe de prensa de la selección argentina, quien mostró un baúl lleno de yerba “El Playadito” que se produce en Corrientes Argentina. La calma volvió pero hasta hoy se sigue debatiendo el tema de la yerba, en medio de situaciones candentes que sólo podrán aplacarse cuando al fin comiencen los partidos y como se dice irónicamente aquí también se suspenda “la lucha de clases” y se coloque una cortina de humo, para escapar por unas semanas de la realidad que no es un juego de pelota.