Fitch Ratings ratificó la calificación de la deuda soberana a largo plazo de México en moneda extranjera en BBB- con perspectiva estable, luego que determinó que el país mantiene una prudencia fiscal y monetaria.
“La calificación de México está respaldada por un marco de política macroeconómica prudente, finanzas externas estables y sólidas, y se prevé que la deuda pública como proporción del producto interno bruto (PIB) se mantenga a niveles por debajo de la mediana de BBB.”
Detalló que la perspectiva está respaldada por finanzas públicas estables, la prioridad que los responsables políticos atribuyen a esta, así como una estabilidad macroeconómica más amplia, a pesar de los desafíos de las perspectivas de crecimiento económico moderado.
Explicó que el crecimiento sostenido de los ingresos fiscales y la lucha contra la evasión tributaria, han ayudado a lograr la posición fiscal de la nación.
Estimó que el crecimiento de la economía mexicana para este año sea de 2.5 por ciento, aunque disminuirá a 1.4 por ciento en 2023.
Resaltó que el crecimiento del PIB está obstaculizado por la inversión, a raíz del “ruido político” y la incertidumbre en el sector energético. La calificadora cree que existe un posible escenario de recesión en Estados Unidos para el próximo año y si se agudiza es un riesgo clave para el crecimiento.
Sin embargo, Fitch destacó que el país cuenta con una posición externa robusta debido al tipo de cambio flexible, un nivel adecuado de reservas internacionales y un bajo déficit en cuenta corriente apoyado por la inversión extranjera directa.
Además, reconoció que el consumo se beneficia de la mejora continua del mercado laboral y de las remesas.
La agencia también reconoció que el gobierno seguirá apoyando financieramente a Petróleos Mexicanos (Pemex) como parte de su prioridad de fortalecer el papel de las empresas estatales en el sector energético.
“Anticipamos que el gobierno continuará brindando apoyo ad hoc, pero no llegará a un compromiso firme de apoyo financiero sostenido. Dicho apoyo dependerá de la posición financiera de Pemex (y por tanto ha sido menor en el contexto de mayores precios del crudo) y la posición fiscal del gobierno federal.”
Fitch no espera que el gobierno federal garantice la deuda de Pemex, pues la legislación actual restringe este tipo de ayudas.
La agencia también consideró que el nearshoring o relocalización es una importante oportunidad de crecimiento para México ante las tensiones geopolíticas entre China y Estados Unidos.
“Una mayor dependencia de los Estados Unidos de los productos de México puede mejorar la resiliencia de este último a pesar de la desaceleración económica esperada.”
Anotó que los países asiáticos parecen haberse beneficiado de la reasignación de la cadena de suministro fuera de China a corto plazo, pero el aumento de los costos de envío puede inclinar la balanza más a favor de México.
La Secretaría de Hacienda y Crédito Público destacó que con este anuncio, México mantiene el grado de inversión con las ocho agencias que califican su deuda soberana.
“Esta ratificación de la deuda soberana refrenda el compromiso del gobierno de México con el buen manejo de las finanzas públicas, permitiendo continuar con un acceso favorable a los mercados internacionales y nacionales”, publicó la dependencia federal.
El anuncio de Fitch se suma a la ratificación de la línea de crédito flexible por parte del Fondo Monetario Internacional (FMI) por un monto de acceso equivalente a 47 mil millones de dólares.
En julio pasado Moody’s ubicó la calificación crediticia de México en Baa2, mientras que S&P la ubicó en BBB, ambas con perspectiva estable.