Este jueves la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) entregó el doctorado honoris causa a 12 destacados académicos, investigadores y artistas –entre ellos el cineasta mexicano Guillermo del Toro y la filósofa estadunidense Judith Butler–, a quienes reconoció por sus “méritos excepcionales” y sus aportaciones en diversos campos del conocimiento.
Durante la ceremonia, realizada en el Palacio de Minería, se proyectaron videos en los cuales se reseñó la trayectoria y los trabajos más importantes de las personas galardonadas, quienes después recibieron de manos del rector Enrique Graue Wiechers las insignias y distinciones que les confirió la universidad.
Como había anunciado el Consejo Universitario de la UNAM el pasado 24 de agosto, los premiados fueron –en orden alfabético– Judith Butler, Manuel Castells, Joanne Chory, Ingrid Daubechies, Guillermo del Toro, María del Rosario Dosal, María Ángeles Durán, Javier Garciadiego, Rafael López Castro, Angelina Muñiz-Huberman, Lourival Domingos Possani y Ricardo Rivero Ortega.
El primer “Goya” del cineasta
Aunque no estuvo presente en el acto protocolario, Del Toro envió un video en el cual puede verse el momento en el que Rosa Beltrán, coordinadora de Difusión Cultural de la UNAM, le entrega el doctorado honoris causa.
Al aceptar el reconocimiento en la ciudad de Los Ángeles, Estados Unidos, Del Toro señaló que “es importante como mexicano tener la capacidad de viajar en espacios creativos mundiales, pero las raíces nunca van a dejar de estar en México. Este momento conmovedor y personal viene de una universidad que ha ido de la mano en la más profunda vida cultural” en el país.
De igual forma, subrayó que la imaginería y prosa de sus películas vienen “impregnadas de la mexicanidad más profunda”, la cual le ha ayudado a resolver diversos retos profesionales en un mundo donde la narrativa anglosajona es la dominante.
En un video difundido en la plataforma UNAM Global TV, Del Toro celebró el primer “Goya” que gritó como universitario, tras recibir el doctorado honoris causa, y señaló que la UNAM siempre ha sido un lugar “que articula el espíritu del país”. En el mismo tono, alertó que la pobreza cultural y espiritual es igual de grave que la económica a largo plazo.
Posteriormente, y a nombre de los académicos y artistas mexicanos que recibieron la distinción, la escritora y poeta Angelina Muñiz-Huberman encomió el papel de la universidad como “el refugio de la tradición y la modernidad”, y señaló que es una institución que sabe usar la crítica para mejorar, corregir y enderezar el camino cuando es necesario.
Por lo que se refiere a los premiados extranjeros, el jurista español Ricardo Rivero Ortega, actual rector de la Universidad de Salamanca, también reconoció a la UNAM como un espacio para “la democracia, la reflexión, la crítica y la disidencia”, y recordó que en México han encontrado un espacio seguro diversos pensadores, artistas y científicos nacidos en otros países.
Al término de la ceremonia, el rector Enrique Graue subrayó que las personas galardonadas “han enaltecido al ser humano y son ejemplo de evolución permanente y una deslumbrante actualidad”.