La institución cubana Casa de las Américas manifestó que ante el triunfo en América Latina de gobiernos progresistas, “aupados por la fe en cambios reales y el descontento hacia políticas devastadoras impulsadas por sus contrincantes”, era de esperar que la derecha emprendiera el contraataque y como parte de éste se lleva a cabo hoy y el sábado la “cumbre neofascista”: la Conferencia Política Acción Conservadora (CPAC), en la Ciudad de México.
Será “una cumbre de derrotados en la que brillarán Mauricio Macri (ex presidente de Argentina), José Antonio Kast (político chileno), Keiko Fujimori (ex primera dama de Perú) y Eduardo Bolsonaro (“hijo del destronado Jair”), y en la que no desentonarán personajes como Luis Fernando Camacho (político boliviano), Steve Bannon (estratega político estadunidense) y Lech Walesa (político polaco)”, expresó en un posicionamiento.
Indicó que si la derecha en Latinoamérica y el Caribe teme perder, más que unas elecciones, algunos privilegios, “echa mano sin pudor al más amplio espectro de la violencia, incluidos golpes de Estado (militares o judiciales) y, llegado el caso, también a torturas, desapariciones, masacres”.
Actualmente, agregó, el mundo es testigo “de un alarmante crecimiento de esa extrema derecha racista y xenófoba que atiza el odio desde los medios y las redes sociales y abomina lo mismo de inmigrantes y minorías que de moderados reformistas”.
Casa de las Américas expuso que basta mirar los nombres de los participantes “para darse cuenta de que no se trata hoy de rivalizar con aquella derecha ilustrada que enarbolaba los llamados valores liberales; sino de enfrentarse a la más desembozada reacción e incluso al neofascismo”.
Por ello, convocó “a unir voces para denunciar esta nueva ofensiva fascista”, pues “las esperanzadoras victorias de la izquierda en los últimos años en nuestra región deben ser defendidas”.