París. Francia rechazó formalmente la "entrada" de más de la mitad de los migrantes socorridos en el Mediterráneo por el buque humanitario Ocean Viking y que finalmente desembarcaron en un puerto francés ante el rechazo de Italia, indicó este viernes el ministerio del Interior.
El Ocean Viking atracó el viernes pasado en el sureño puerto militar francés de Tolón con 234 migrantes rescatados frente a las costas de Libia, cuando intentaban alcanzar las costas europeas en una de las rutas migratorias más peligrosas del mundo.
El rechazo del gobierno de la primera ministra italiana, la posfascista Giorgia Meloni, a abrir sus puertos tensó las relaciones con el presidente francés, Emmanuel Macron. El entorno del centrista denunció este viernes un "gesto feo", pero abogó por "continuar la cooperación".
"Lo que está muy claro es que las personas que hemos acogido se descontarán de las que reubiquemos en virtud de los acuerdos que tenemos con Italia", subrayaron fuentes de la presidencia francesa.
Sin embargo, la autoridad francesa encargada de estudiar las demandas de asilo (Ofpra) emitió una "opinión desfavorable" para 123 de los migrantes, a quienes se les rechazó formalmente la "entrada", dijo un funcionario del ministerio del Interior ante el Consejo de Estado.
Las autoridades francesas no indicaron en cambio si estos, todos adultos, serían expulsados del país. A inicios de semana, cuando la Ofpra no había terminado aún sus investigaciones, el ministro del Interior, Gérald Darmanin, avanzó que al menos 44 personas serían expulsadas.
La Ofpra emitió en cambio una "opinión favorable a una admisión en el territorio" para los otros 66 migrantes adultos. El organismo de ayuda social a la infancia se hizo cargo por su parte de unos 45 migrantes más, menores edad.
Las personas aceptadas "podrán ser reubicadas" en los 11 países europeos, entre ellos Alemania, Finlandia o Portugal, que se presentaron voluntarios para acogerlos tras su desembarco en Francia, según una fuente del ministerio.
Los ministros de Interior de la Unión Europea (UE) celebrarán la próxima semana una reunión extraordinaria para discutir la situación migratoria que provocó enorme tensión entre Italia y Francia.