Aunque las personas con discapacidad en el país han logrado mejorar su nivel de escolaridad al pasar de 4.7 a 5.9 años en una década, y reducir el analfabetismo de 24.8 a 20.4 por ciento en este sector de la población, aún enfrentan múltiples barreras, pues en promedio sólo concluyen la educación primaria.
El informe Discapacidad y derecho a la educación en México, elaborado por la Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación (Mejoredu), destaca que de poco más de 371 mil alumnos con alguna discapacidad atendidos en escuelas regulares de educación básica en el ciclo 2019-2020, sólo 20 por ciento (76 mil estudiantes) recibieron atención especializada de instancias como las Unidades de Servicios de Apoyo a la Educación Regular (Usaer) y las Unidades de Educación Especial y Educación Inclusiva (Udeei) en la Ciudad de México.
Agrega que de los 436 mil 856 niñas, niños y adolescentes con discapacidad de tres a 17 años, 70.6 por ciento asisten a la escuela. Sin embargo, sólo 57 mil 886 son atendidos en un Centro de Atención Múltiple, donde pueden cursar los niveles de la educación básica y formación para el trabajo.
El informe destaca que desde el enfoque de educación inclusiva, se aspira a que todas las escuelas ofrezcan condiciones adecuadas para que cualquiera “se beneficie de una buena educación, socialmente justa, independientemente de sus condiciones físicas, sicológicas, sociales y económicas. Todos tienen derecho a asistir a la misma escuela que los pares de su comunidad en condiciones de equidad”.
No obstante, reconoce que un reto es conciliar, articular y reconfigurar los planteles en el marco de la educación inclusiva, pues la mayoría “no cuentan con las condiciones para recibir a niños y jóvenes con discapacidad y ofrecerles una buena educación con justicia social, particularmente a quienes presentan las condiciones más severas”.