Moscú. El riesgo de enfrentamiento directo entre Rusia y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) por un misil que cayó el martes en territorio de Polonia y causó la muerte de dos personas, se disipó ayer. Por ahora y hasta el siguiente incidente.
Tanto la alianza noratlántica, en Bruselas, como el gobierno polaco, en Varsovia, señalaron que “nada indica” que hubo un “ataque intencionado contra Polonia” y reconocieron que “es muy probable” que una unidad de defensa antiaérea de Ucrania haya lanzado el misil, identificado como un S-300 de fabricación soviética, el cual “impactó por error” en la granja polaca.
Se confirmó así que Rusia –aunque el martes lanzó cerca de 100 misiles y un número indeterminado de drones contra infraestructuras energéticas en una quincena de ciudades ucranias– nada tuvo que ver con el misil que cayó en Polonia.
El ministerio ruso de Defensa desmintió esa insinuación desde el primer momento en que los medios de comunicación polacos –y casi de inmediato las principales agencias noticiosas internacionales– difundieron la noticia de que un misil “presuntamente ruso” había matado a dos ciudadanos polacos y destruido su granja.
Al presentar su habitual parte bélico diario, el vocero castrense ruso, general Igor Konashenkov, afirmó ayer: “nuestros expertos militares identificaron de forma inequívoca los fragmentos del misil, que se encontraron en el poblado de Przewodów y cuyas fotografías se publicaron en Polonia. No hay duda de que son restos de un misil antiaéreo guiado del sistema S-300 de Ucrania”.
Añadió el portavoz que Rusia atacó el martes “objetivos militares únicamente en territorio de Ucrania y a más de 35 kilómetros de la frontera ucranio-polaca”.
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, de alguna manera coincidió con Konashenkov al admitir que un análisis preliminar de la organización apunta a que “el incidente fue probablemente causado por un misil de defensa aérea de Ucrania, lanzado para defender su territorio contra los ataques de misiles de crucero rusos”.
Al mismo tiempo, el funcionario noratlántico exoneró a Ucrania de “culpa” al sostener que “toda la responsabilidad” recae en Rusia por comenzar “esta guerra injustificada”.
Para rebajar la tensión que generó lo que parecía una inminente escalada bélica, Stoltenberg agregó: “no tenemos indicaciones de que esto (el incidente del misil) haya sido el resultado de un ataque deliberado y tampoco tenemos indicios de que Rusia esté preparando acciones militares ofensivas contra la OTAN”.
Hizo lo mismo el presidente polaco, Andrzej Duda, al tranquilizar ayer a sus compatriotas en una entrevista de televisión posterior a la reunión del Consejo de Seguridad que convocó en Varsovia. “No hay señales que hagan temer por la seguridad nacional de Polonia”, afirmó.
El gobierno polaco, por tanto, no prevé invocar el artículo cuarto de la alianza noratlántica, explicó. Se trata del mecanismo para celebrar consultas urgentes en caso de existir amenazas para la integridad territorial, la soberanía o la seguridad de cualquiera de los miembros, el cual se hubiera activado si Polonia concluía que se produjo una agresión en su contra.
Duda, con el argumento de que la investigación aún no termina, declaró a los reporteros que “nada indica que hubo un ataque intencionado” contra Polonia y, en cuanto al misil que impactó en su territorio, reconoció: “se trata de un S-300 fabricado en la Unión Soviética, un cohete viejo y no hay evidencia de que haya sido lanzado por la parte rusa. Es muy probable que haya sido disparado por la defensa antiaérea ucrania”.
Reacción “histérica”
El tono del mandatario de Polonia contrasta con la arremetida contra Rusia, el día anterior, de muchos funcionarios y políticos de ese país, que el vocero del Kremlin, Dimitri Peskov, calificó ayer de reacción “histérica”.
Para Peskov, “es de destacar la actitud mesurada y más profesional de Estados Unidos y su presidente (Joe Biden)”, muy diferente a la “reacción absolutamente histérica de Polonia y otros países”.
Incluso el presidente de Ucrania, Volodymir Zelensky, en su cotidiana intervención nocturna ayer, dejó de insistir en que el “misil no era ucranio y se lanzó desde Rusia” y se limitó a calificar el incidente de “cruce de la frontera por parte de la agresión rusa”.
Zelensky solicita que permitan a Ucrania participar en la investigación que se está llevando a cabo, en tanto su asesor, Mikhailo Podolyak, igual que varios líderes de países de la OTAN, atribuyó la responsabilidad a Rusia “por haber iniciado la guerra”.
La OTAN confirmó que el misil que cayó en la población occidental de Przewodow posiblemente haya sido un misil de defensa aérea de Ucrania en respuesta al masivo ataque ruso del martes contra la nación. Vía Graphic News.