Sharm el Sheikh. La conferencia del clima de la Organización de Naciones Unidas (ONU), la COP27, comenzó ayer a negociar su declaración final para fijar objetivos financieros que frenen el calentamiento global y sus efectos. Ecologistas y países en vías de desarrollo quieren que los países ricos financien un fondo por pérdidas y daños para compensar a naciones pobres por las catástrofes climáticas que padecen.
En la COP21, realizada en París en 2015, se acordó limitar el calentamiento global a +1.5 grados centígrados más que en tiempos preindustriales, marca aconsejada por expertos. La temperatura actual del planeta está ya en +1.2 grados.
Debido a la actual crisis energética, agravada por la guerra en Ucrania, países industrializados aumentaron el uso de combustibles fósiles, por lo que las emisiones de CO2 baten récords históricos.
En cuanto a las pérdidas y daños, un borrador de la declaración final propone escoger entre crear un fondo específico o utilizar mecanismos financieros ya existentes dentro de Naciones Unidas.
También se debate cómo actualizar, a partir de 2025, la cifra de 100 mil millones de dólares anuales de financiamiento que naciones ricas prometieron para medidas de mitigación y adaptación al cambio climático de los países pobres, y que no han pagado.
El enviado de Estados Unidos para el clima, John Kerry, anunció que antes de abril presentará un plan para reformar el sistema de bancos multilaterales de desarrollo para liberar “cientos de miles de millones” de dólares para ayudar a países vulnerables a combatir el cambio climático.
Alemania anunció dos nuevos fondos por 573 millones de dólares para impulsar el desarrollo del uso del hidrógeno para la generación de energía, tecnología que no produce emisiones de carbono.
La ministra cubana de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, Elba Rosa Pérez Montoya, pidió a la COP27 no olvidar que el problema actual radica en “el istema capitalista, respondable de un modelo de desarrollo depredador y consumista”.