Brasilia. Decenas de miles de brasileños se congregaron ayer frente a comandos del ejército en Río de Janeiro, Brasilia y otras ciudades, en demanda de una intervención contra el triunfo electoral del ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva el pasado 30 de octubre.
En un día feriado nacional, miles de brasileños vestidos de verde y amarillo, colores de la bandera nacional, se citaron desde la mañana bajo un sol inclemente frente al Comando Militar del Este, principal cuartel del ejército en esta región, en el centro de Río de Janeiro.
“Hay diversas informaciones de que hubo fraude en las elecciones y no podemos aceptar eso”, sostuvo el policía Leandro de Oliveira, de 38 años, quien atribuye el supuesto fraude a una presunta conspiración del Tribunal Superior Electoral para privilegiar al ex presidente, argumentos desestimados por diversas autoridades y observadores internacionales.
En Brasilia también se congregaron miles frente al cuartel general del ejército con pancartas en que se leía: “SOS fuerzas armadas” o “auditoría en las urnas”, según constató la agencia Afp.
“No queremos un ladrón en el poder”, indicó un productor rural de 50 años del vecino estado de Goiás que pidió ser identificado como Mesquita, en referencia a las condenas por corrupción en la investigación Lava Jato. La operación judicial y policial que descubrió una red de sobornos que involucraron a numerosos políticos y directivos de empresas privadas y públicas.
En ese contexto, Lula debió cumplir 18 meses en prisión tras un juicio en el que no se presentaron pruebas, pero fue acusado de corrupción, aunque los procesos después fueron anulados por irregularidades.
Algunos manifestantes se dispersaron después de un aguacero que cayó en la capital por la tarde, aunque muchos permanecían anoche frente a la sede militar, ubicada a pocos kilómetros del centro de Brasilia, donde la policía restringió ayer de forma “preventiva” el acceso de vehículos y peatones a la Plaza de los Tres Poderes, donde se ubican las sedes de la Presidencia, el Congreso y la Corte Suprema, informó la Secretaría de Seguridad del Distrito Federal.
Hace dos semanas miles de manifestantes se reunieron afuera de instalaciones militares en Brasilia y otras ciudades del país pidiendo un golpe de Estado, tras la segunda vuelta electoral, cuando Lula derrotó al presidente Jair Bolsonaro por estrecho margen (50.9 por ciento contra 49.1). Desde entonces, muchos acampan afuera de los edificios militares.
Se reportaron movilizaciones similares en otras ciudades como Sao Paulo y Belo Horizonte, informó la prensa local.