Durante 2020, cuando la crisis por la pandemia de coronavirus hundió la actividad económica a nivel mundial, México tuvo la segunda mayor reducción de la desigualdad, después de Canadá, en el ingreso de sus habitantes y regiones, reportó la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
La reducción en la desigualdad, medida por la brecha en el producto interno bruto (PIB) por habitante entre su población y las regiones donde se concentran los segmentos de mayores ingresos, se debió principalmente a una disminución en la renta de las personas con mejores entradas de recursos, añadió el organismo.
“En general, la mitad de los países de la OCDE experimentaron una reducción de la polarización económica entre 2010 y 2020 en grandes regiones. Esta disminución ha sido particularmente grande en Canadá, México, Perú y Turquía, durante 2020”, detalló.
Consignó en su informe, Panorama de las Regiones y las Ciudades, divulgado este martes, que sólo 10 de 33 países se polarizaron más en 2020 y, en la mayoría de estos casos, las regiones con menor PIB per cápita promedio disminuyeron más que las que concentran una renta mayor.
Exhibió que, si bien México tuvo una de las reducciones más importantes en la desigualdad del PIB per cápita entres sus regiones, sigue siendo uno de los países con las brechas más marcadas entre sus diversos territorios, junto a Colombia y Turquía.
Explicó que debido a la pandemia, el PIB en general durante 2020 se redujo en más de 9 por ciento en las regiones con mayor afectación en el mundo; mientras durante la última década, las zonas más alejadas de las ciudades continuaron rezagadas respecto de las metropolitanas en términos de PIB per cápita.
La OCDE detalló que, debido a la menor demanda mundial, a las prohibiciones de viaje generalizadas y a otras medidas para evitar el contagio, el PIB per cápita cayó en la gran mayoría de las regiones en el primer año de la pandemia de covid-19, incluso en países que lograron mantener bajos los casos de infección.
“Si bien la pandemia no aumentó las disparidades regionales, la brecha promedio en el PIB per cápita entre las regiones metropolitanas y no metropolitanas de los países de la OCDE tampoco se ha reducido en la última década”, explicó en un informe.
Exhibió que, al observar las disparidades en los últimos 20 años, la desigualdad regional en el PIB per cápita es persistente dentro de los países de la OCDE, y es ligeramente más alta que hace dos décadas.
En general, y a nivel mundial, durante 2020, el PIB per cápita disminuyó 5 por ciento en las regiones donde el indicador se ubicaba a la mitad de la distribución, lo hizo 2 por ciento en las que concentran el quintil más alto y un 9 por ciento en las zonas más afectadas.
La organización advirtió que persiste una incertidumbre sustancial sobre la trayectoria futura del PIB en las regiones de la OCDE, debido a los impactos a más largo plazo de la pandemia de covid-19 y el aumento de los precios de la energía tras la invasión rusa de Ucrania.
El informe, que compara las desigualdades entre territorios, muestra que México también destaca por las brechas de producción entre sus regiones, por el uso de carbón en la producción de electricidad, así como en la generación de residuos sólidos.
La región más productiva de México lo es más de cinco veces que la menos productiva; en cuanto al uso de carbón en la electricidad, 12 de los 14 principales estados productores dependen de los combustibles fósiles para obtener al menos 70 por ciento de su electricidad, pero Chiapas y Oaxaca producen más de 90 por ciento de la electricidad a partir de fuentes renovables.
Mientras en residuos, el residente promedio de la Ciudad de México genera tres veces más desechos que en Oaxaca, reportó la organización.