La Paz., El presidente boliviano, Luis Arce, denunció ayer que las fuerzas de la derecha radical intentaron desestabilizar al gobierno, “pero no desfalleceremos, sino al contrario, seguiremos trabajando”, señaló en referencia al paro cívico en Santa Cruz iniciado el pasado 21 de octubre.
Esa región del oriente, considerada la locomotora económica del país y bastión opositor, busca obtener más recursos, pues concentra más de 40 por ciento de la población del país. Su gobernador es Luis Fernando Camacho, jefe de la derechista Creemos, la segunda fuerza de oposición.
Arce no cedió a la demanda principal de Santa Cruz de realizar un censo de población previsto para 2023 y fijó la fecha para marzo de 2024, pero se comprometió a entregar los resultados a finales de ese año para una nueva redistribución de escaños en el Legislativo que le darían más fuerza política a esa región en los comicios presidenciales de 2025.
“Los días de paro fueron innecesarios, irracionales y causaron grave daño a Santa Cruz”, cuestionó el vocero presidencial Jorge Richter. En medio del conflicto Arce acusó a la oposición derechista de motorizar la huelga para desestabilizar a su gobierno.
El paro se extenderá otros tres días
Aunque el paro se extenderá por tres días más hasta la liberación de una veintena de detenidos, según dijo Rómulo Calvo, presidente del poderoso Comité Cívico que ha convocado a la huelga, el transporte público y el comercio se iban normalizando ayer, indicó Ap.
Analistas anticiparon que la batalla política será larga hasta lograr que el padrón electoral sea depurado ante sospechas de que está sobredimensionado en más de 16 por ciento de votantes que no existen.
Se profundizan las discrepancias en el MAS
Santa Cruz logró la adhesión de otras dos provincias de las nueve que tiene el país y la protesta profundizó la pugna en el gobernante Movimiento al Socialismo (MAS), cuyo líder es Evo Morales, derrocado hace tres años, quien ya cuestionó el manejo del conflicto por el actual mandatario, su heredero político.
A medida que se profundizan las discrepancias en el MAS, Morales y Arce se perfilan como probables rivales en 2025 ante una oposición de centro y derecha dividida y debilitada que busca levantar cabeza.
La mayoría legislativa del MAS ha quedado dividida entre “Evistas y Arcistas” lo cual resta fuerza al gobierno.
“Políticamente ha salido más fortalecida la oposición”, reconoció el ex ministro de Morales, Carlos Romero. “Parece que el objetivo era polarizar entre dos actores (Arce y Camacho) para anular a Morales”, añadió.
El economista Gonzalo Chávez señaló en su cuenta de Twitter que las pérdidas económicas por las protestas llegarán a 2.3 por ciento del producto interno bruto.