Ciudad de México. Bank of America mantiene en cero las perspectivas de crecimiento económico para México durante el próximo año, aunque revisó al alza sus estimados para 2022 y 2024, debido a que el país se perfila a ser el mercado emergente mejor posicionado frente a restricciones financieras, dado el manejo de sus finanzas públicas.
"El 2023 va a ser un año difícil sin duda". El incremento en tasas de interés a nivel global que se ha venido acelerando para frenar la inflación, al final afectará el crecimiento, explicó Emilio Romano, presidente de Bank of America México.
"Vamos a ver medidas que van a doler en las economías globales. Sin embargo en México vemos que estamos mejor preparados que muchos países para poderlo afrontar porque estamos entrando con finanzas públicas sanas", dijo el banquero en conferencia de prensa.
De acuerdo con estimados de la institución financiera, México crecerá 2.5 por ciento durante 2022, por encima del pronóstico previo de 1.9 por ciento. Para 2023 no hay cambios, se espera un nulo crecimiento. Y en las proyecciones de 2024 hubo una revisión al alza de 2 a 2.2 por ciento.
"Estamos convencidos de que México está en una situación mejor que el promedio (de los mercados emergentes) para afrontar un año difícil", en parte por el manejo fiscal que evitó aumentar el endeudamiento por encima de 50 por ciento del producto interno bruto (PIB), sumado a la tendencia del reshoring, que está atrayendo inversión por el reacomodo de las cadenas de suministro.
A la luz de ese reacomodo en las cadenas de suministro, Bank of America México ampliará sus servicios a empresas medianas multinacionales, aquellas que facturan alrededor de 500 millones de dólares, y no sólo se quedará con clientes corporativos. Romano enfatizó que el objetivo es trabajar con negocios transfronterizos.
El beneficio del reacomodo de cadenas de producción y suministro hacia América del Norte "no es un efecto de corto o mediano, sino de largo plazo (…) Todos los temas políticos y económicos van a ir y venir, pero la fuerza de la integración y el crecimiento económico de México van a hacer que podamos sobrepasarlos", consideró el banquero.
Las perspectivas de crecimiento y la "relativa estabilidad económica y política" de México, reiteradas por Romano, no han logrado frenar la salida de capitales de deuda gubernamental por alrededor de dos años.
Lo anterior, explicó Roberto Nuñez, director general de Mercados de Capital y Ventas de FX y FICC en la institución, no ha sido un efecto homogéneo a todos los instrumentos de deuda gubernamental. Han aumentado la tenencias en inversiones de mayor plazo y hay interés por regresar recursos a los bonos de México.
El atractivo para invertir es la tasa de interés, pero con el incremento que también están teniendo las referencias en economías desarrolladas, muchos inversionistas se quedan en el mercado de deuda gubernamental de México un menor tiempo, detalló Nuñez.
También el mercado accionario en México se encuentra estancado en el volumen de operaciones y se han adelantado y concretado una serie de deslistes. María Cerro, directora general de Renta Variable, explicó que es una tendencia que venía de hace tiempo por un periodo de "incertidumbre y reacomodo", primero por factores internos y en el último año por externos.
Romano consideró que el problema tiene que ver con que no hay suficiente demanda ni fuerza de compra en el país. Por ejemplo, mientras todo el mercado accionario mexicano mueve alrededor de 800 millones de dólares en un día, esa misma cantidad la mueven una sola acción, o dos, en el de Estados Unidos.