Sharm El Sheikh. La presidencia de Egipto de la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP27) y la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) lanzaron ayer una iniciativa alimentaria y agrícola para incrementar los recursos, entre ellos los climáticos, con la finalidad de apoyar a las comunidades más vulnerables en el planeta.
La iniciativa, llamada Alimentos y Agricultura para la Transformación Sostenible (FAST, por sus siglas en inglés), busca implementar acciones concretas con las que volver resilentes los sistemas agroalimentarios al cambio climático así como reducir las emisiones de gases de efecto invernadero que producen, informó la presidencia egipcia en un comunicado.
Señaló que las prioridades de acción de la FAST son el acceso al financiamiento e inversión climática, el conocimiento y el desarrollo de capacidades de las partes interesadas y el apoyo y diálogo sobre los sistemas agroalimentarios en las políticas climáticas.
“Mediante la iniciativa FAST, movilizaremos al mundo para desbloquear los flujos financieros a fin de incrementar la resiliencia climática e implementar la transformación que se necesita urgentemente en los sistemas agroalimentarios”, declaró el presidente de la COP27, Sameh Shoukry.
“Paga, limpia, cállate”, dice el cartel de una manifestante que protesta en la COP27. A la derecha, clase sobre lactancia para madres con bebés que sufren de desnutrición en Baidoa, Somalia, país donde 7 millones de personas, casi la mitad de su población, están en riesgo de hambruna. Foto Ap y Afp.
Agregó que las consecuencias del cambio climático están impactando de forma desproporcionada a las comunidades vulnerables de todo mundo. “Para abordar este desequilibrio, necesitamos desarrollar sistemas agrícolas y alimentarios sostenibles y cubrir las necesidades urgentes de los países en desarrollo importadores de alimentos”.
La subdirectora general de la FAO, Maria Helena Semedo, afirmó que se necesitan acciones valientes para transformar los sistemas agroalimentarios, apoyar a los países y asegurar que los recursos lleguen a los productores de alimentos de toda la cadena de valor.
La COP27 se inició el 6 de noviembre en la ciudad egipcia de Sharm el Sheikh, con más de 200 países trabajando juntos para enfrentar el cambio climático global.
En tanto, el enviado especial de Estados Unidos para el clima, John Kerry, aseguró que algunos países se han resistido a mencionar el objetivo global de limitar el calentamiento a 1.5 grados centígrados en el texto oficial de la COP27 de Egipto.
“Tiene toda la razón. Hay muy pocos países, pero unos pocos, que han planteado la cuestión de no mencionar esta o aquella palabra”, apuntó Kerry cuando le preguntaron por la oposición de algunos gobiernos a mencionar el objetivo de 1.5 grados centígrados.
“Pero el hecho es que se adoptó en Glasgow, el lenguaje está ahí. Y sé que (…) Egipto no tiene intención de ser el país que acoja un retroceso de lo que se logró en Glasgow”, declaro Kerry, en referencia a la cumbre de la COP del año pasado en Escocia.
Los gobiernos del mundo acordaron en 2015, durante una cumbre de la ONU celebrada en Francia, intentar limitar el aumento medio de la temperatura global a 1.5 grados centígrados, un pacto bautizado como Acuerdo de París que se consideró un gran avance en la ambición climática internacional.
Los negociadores trabajan arduamente para redactar acuerdos sobre una serie de asuntos que presentarán a los ministros la semana próxima con esperanzas de conseguir un resultado substancial para el final.
Durante esta jornada, cientos de activistas pidieron a las naciones industrializadas que paguen por el impacto del cambio climático y aceleren la transición de combustibles fósiles a energía renovable en la protesta más grande hasta el momento de esta reunión.
Los manifestantes marcharon a través de la “zona azul” de la conferencia, que se considera territorio de la ONU y es gobernada por la ley internacional. Corearon consignas, cantaron y bailaron en un punto no lejos de donde se llevan a cabo las conversaciones y negociaciones climáticas. Las protestas se llevaron a cabo al final de la primera semana de la cumbre de dos semanas, cuando suele ser más grande la acción de protesta en estos eventos.
En este contexto, Brasil protegerá la Amazonía “con sus propios esfuerzos” y no lo condicionará a la recepción de fondos internacionales, afirmó en la COP27 la ex ministra de Medio Ambiente Marina Silva, del equipo del presidente electo Luiz Inácio Lula da Silva.