Cada vez es más frecuente que los productos de exportación como berries y aguacates utilicen empaques de cartón reciclado, porque consumidores, como en Estados Unidos, están dispuestos a pagar más al saber que están contribuyendo a reducir el impacto al medio ambiente, señaló Alonso Martínez Equihua, empresario orientado a modelos de negocios de economía circular.
En entrevista con La Jornada, el director general de Industrias Marves, Agrovim y Recolecto, explicó que el uso de plástico para empaques es un gran problema a nivel mundial, pues si bien el material ofrece inocuidad, tarda en degradarse entre 200 y 500 años, aunque el poliestireno hasta mil.
Comentó que México es uno de los países que más desperdicios recicla, pero no llega a 60 por ciento de material reciclado y 40 por ciento de los empaques de PET, el plástico más utilizado por su grado alimenticio, se están tirando a la basura.
Agregó que una alternativa al uso de los plásticos es la pulpa moldeada, material que proviene de una fuente renovable como es la madera y cuya fibra virgen puede ser reutilizada hasta nueves veces sin perder sus propiedades para crear cartón o hasta siete veces para papel.
Resaltó que existe una gran demanda del mercado exportador, principalmente para la comercialización de algunos productos de la industria agroalimentaria, como los aguacates, arándanos, zarzamoras y huevo, entre otros.
Cuando la conciencia se traduce en leyes
Indicó que la demanda de productos que utilicen empaques de pulpa moldeada en Estados Unidos está relacionada con la conciencia sobre el medio ambiente, pero también porque es un mercado que puede pagar más porque hay mayor ingreso y disposición de las personas.
Resaltó que en Europa el uso de este tipo de embalaje es por que la conciencia se tradujo en leyes y sólo se permite hasta 5 por ciento del uso de plásticos para alimentos.
Además, comentó que existe una mayor conciencia por grupos de edad, pues refirió que estudios revelan que 20 por ciento de las personas que nacieron en las décadas de los 50 y 60 está dispuesta a pagar más por un empaque más amigable con el medio ambiente.
Señaló que la proporción se incrementa con las personas nacidas en los años 80 y 90, mientras para los nacidos a principio de siglo llega a ser de 40 por ciento, lo cual se relaciona porque hay más conocimiento sobre el cambio climático.
“La industria como tal requiere 100 millones de cajas al año, esto implica que los empaques de pulpa moldeada ayudan al menor impacto ambiental, cuando llegan a Estados Unidos se pueden volver a reciclar y aquí lo importante es de que el cartón es más amigable.”
Acotó que el costo puede ser superior, pero al final es competitivo, porque el mercado lo paga y a la larga resultará ser más barato, porque reduce la huella ambiental.
“El mayor desgaste que tiene el planeta está sucediendo en los niveles socioeconómicos más altos, conforme tienes mayor poder de compra también tienes mayor posibilidad de destruir parte del planeta y por lo mismo las personas que tenemos un beneficio económico mayor tenemos mayor responsabilidad en lo que hagamos por el planeta”, señaló.
Mencionó que si bien es una tarea de las empresas y el gobierno, también de los consumidores, pues la mayoría de los residuos que no se reciclan vienen de los hogares.