No sólo el presidente López Obrador hizo “un coraje de buen tamaño” al enterarse de que, ya en su gobierno, Grupo México, encabezado por el tóxico –en el más amplio sentido del término– Germán Larrea obtuvo otra concesión de agua para su empresa Buenavista del Cobre (antes Compañía Minera de Cananea, paraestatal privatizada a su favor por Carlos Salinas de Gortari), sino que al parecer el propio barón marca Forbes hizo lo propio al verse desnudado públicamente, por lo que pretendió zafarse de la denuncia del mandatario e intentó justificar la contratación –una más– de un ex funcionario de Conagua involucrado en los manejos de esa riqueza de la nación.
De acuerdo con un comunicado que el corporativo circuló, “la última concesión en favor de la mina Buenavista del Cobre que hoy está vigente data del año 2013. No se han recibido nuevas concesiones de agua durante la actual administración. En 2018, Conagua otorgó un derecho de explotación para la extracción de agua en la zona de Agua Prieta, Sonora, pero la empresa renunció a ello en febrero del 2021, por resultar innecesario”.
Por lo que toca al ex funcionario de Conagua (Víctor Hugo Alcocer Yamanaka, quien ocupó la subdirección general técnica de esa institución y aparece vinculado con Jorge Eugenio Barrios Ordóñez, a la sazón subdirector general de administración del agua), Grupo México asegura que el motivo de su contratación fue “su experiencia acreditada como técnico especializado en temas hídricos, cuando se habían cumplido los términos y plazos establecidos por la ley”, aunque no precisa la fecha.
Como se recordó ayer en este espacio, en septiembre de 2020 el presidente López Obrador anunció que en la Conagua “habrá una limpia, porque está tomada por el Partido Acción Nacional … Los cambios se aplicarán a nivel federal y luego en distintas entidades, como Sonora, y en la región de La Laguna”. Y procedió en tal sentido: entre los “renunciados” aparece el ahora ejecutivo de Grupo México, Víctor Hugo Alcocer Yamanaka.
Sin embargo, tras el “coraje de buen tamaño” la Comisión Nacional del Agua (Conagua) detalló que “con relación a la prórroga de la concesión a la empresa Buenavista del Cobre, de Grupo México, el servidor público que se encontraba como responsable de la subdirección general técnica era Víctor Hugo Alcocer Yamanaka, quien se sabe actualmente trabaja en Grupo México. El área responsable de autorizar la prórroga fue la subdirección general de administración del agua, a cargo entonces de Jorge Eugenio Barrios Ordóñez”.
Bien, pero resulta increíble la “aclaración” de Grupo México, pues la fortuna de su dueño ha crecido como la espuma (sólo en el presente siglo se ha incrementado 3 mil por ciento, en una economía, la nacional, que en el mismo periodo a duras penas avanzó 2 por ciento como promedio anual) y no precisamente por el agua, sino gracias a todo tipo deconcesiones del régimen neoliberal, privatizaciones a su favor, crecientes contratos de obra pública, devolución de impuestos eimpunidad garantizada. Entonces, una concesión más para su depredadora mina Buenavista del Cobre parece un mero detalle –coima garantizada– de quien, en su momento, despachó como funcionario en Conagua y ahora, puerta giratoria de por medio, lo hace en el corporativo privado.
Para dar una idea de qué se trata, de acuerdo con su propia información y más allá de las 800 concesiones mineras que posee, Grupo México tiene concesiones en petróleo y gas (Controladora de Infraestructura Petrolera México); energía (Controladora de Infraestructura Energética México); electricidad (planta de ciclo combinado La Caridad; parque eólico El Retiro, en Juchitán, Oaxaca, y parque eólico Fenicias, Nuevo León); combustibles (Controladora de Combustibles, con terminales de trasvase y almacenamiento en Cadereyta y Monterrey, Nuevo León; Guadalajara, Jalisco, y Aguascalientes, Aguascalientes); autopistas (carretera Salamanca-León, Concesionaria de Infraestructura del Bajío, y libramiento Silao, Concesionaria Autopista Silao); ferrocarriles (por cortesía de Ernesto Zedillo) y multimillonarios contratos de obra pública. Por cierto, en este sexenio (mayo de 2021) el gobierno le adjudicó el Tramo 5 Sur del Tren Maya, contrato que el presidente López Obrador dio por terminado en julio del presente año.
Las rebanadas del pastel
Eso y muchísimo más, sin olvidar el regadero de tóxicos en la República y el incumplimiento de reparar el daño ecológico y a las comunidades por el derrame en los ríos Bacanuchi y Sonora, en 2014. Pero hace coraje por una concesión de agua.