Nueva York. En menos de una semana la plataforma de transacciones de criptomonedas FTX pasó de ser la segunda mayor intermediaria y tener un valor de 32 mil millones de dólares a declararse en bancarrota y con sus activos tasados en cero.
El desplome de FTX es visto como parte de la explosión de una burbuja de criptoactivos ocurrida en semanas recientes y amenaza con tener consecuencias en el sistema financiero. De hecho, la crisis de liquidez en el grupo de criptomonedas ha provocado la intervención de reguladores de todo el mundo.
La plataforma FTX informó este viernes que se inició el procedimiento para acogerse a la ley de quiebras en Estados Unidos y su presidente ejecutivo, Sam Bankman-Fried, renunció.
“FTX Trading (...) y aproximadamente 130 compañías afiliadas al FTX Group iniciaron el procedimiento voluntario del Capítulo 11” de la ley de quiebras en Estados Unidos, para “evaluar” sus activos, anunció la firma en un comunicado publicado en Twitter.
El Capítulo 11 permite a las compañías reorganizarse durante periodos difíciles sin la presión inmediata de los acreedores, pero bajo supervisión judicial, mientras continúan operando.
Entre las filiales involucradas figuran las plataformas de intercambio FTX.us en Estados Unidos y FTX.com en el resto del mundo, así como el fondo de inversiones Alameda Research, lanzado por Bankman-Fried antes de FTX.
Tras el anuncio, el bitcóin, la principal criptomoneda, perdió 5.82 por ciento a 16 mil 770 dólares, cerca de sus mínimos desde noviembre de 2020.
Caída en picada
La vertiginosa caída de FTX sacudió al mundo de las criptomonedas: hace una semana, el grupo estaba valuado en 32 mil millones de dólares y su fundador, Bankman-Fried, el ejecutivo de 30 años, era considerado interlocutor privilegiado de los reguladores.
Pero informaciones de prensa revelaron que su fondo, Alameda Research, invertía en criptoactivos emitidos por FTX.com en un complejo mecanismo, y las acusaciones de inversión de fondos de clientes se multiplicaron.
Según cálculos recientes, Bankman-Fried tenía un patrimonio de 23 mil millones de dólares y ha sido un gran donante político para los demócratas. Pero su patrimonio prácticamente se ha esfumado, según Forbes y Bloomberg, que siguen de cerca el valor neto de las personas más ricas del mundo.
Los problemas se acumulan, el jueves una persona familiarizada con el asunto dijo que el Departamento de Justicia y la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC) investigan a FTX para determinar si hubo actividad delictiva o se cometieron infracciones de seguridad.
La investigación se centra en la posibilidad de que FTX pudo haber usado los depósitos de clientes para financiar apuestas en Alameda Research.
Corrida de inversionistas
Las dificultades de FTX se vieron aumentadas esta semana cuando el número uno del sector, Binance, anunció el domingo la venta de una criptomoneda vinculada a su rival, el martes ofreció comprar FTX y el miércoles se retractó, luego de revisar los libros contables de FTX y darse cuenta de que sus problemas eran demasiado grandes para resolverse.
FTX había acordado venderse a su rival más grande Binance después de experimentar el equivalente a una corrida bancaria. Los clientes huyeron del intercambio ante temores de que FTX no tuviera suficiente capital.
“Que FTX caiga no es bueno para nadie en la industria. No lo vean como una victoria para nosotros. La confianza de los usuarios se ve severamente sacudida”, señaló en un tuit el presidente ejecutivo de Binance, Chanpeng Zhao.