Ciudad de México. En la alcaldía Cuauhtémoc, desde que dio inicio la actual administración, encabezada por Sandra Cuevas, comenzó una campaña para borrar los murales de los mercados públicos –algunos de los cuales databan de los años 30 del siglo pasado–, que se extendió a sitios emblemáticos como el barrio de Tepito, contrario al auge de las coloridas expresiones artísticas que han surgido en otros puntos de la ciudad.
Galería: Murales urbanos corren riesgo en las alcaldías Cuauhtémoc y Azcapotzalco.
Al “blanqueamiento” de los muros de los mercados Juárez, Martínez de la Torre y San Camilito, entre otros, siguieron las bardas del deportivo Guelatao y las unidades habitacionales Plan Tepito, conocidas como La Fortaleza y Los Palomares, donde se borró una de las creaciones del artista Daniel Manrique Arias, fundador del movimiento Tepito Arte Acá, y por quien existe la rue Tepito en Francia.
En el barrio bravo se cubrió con pintura blanca la obra conocida como Los niños, de Manrique, y fue sustituida por una pared en relieve, y dos expresiones artísticas de los colectivos y residentes dedicados a la Reina del albur, Lourdes Ruiz, en una de las bardas del área común de La Fortaleza.
La Jornada ha documentado cada uno de los casos, que han causado que artistas y colectivos como Tepito Arte Acá impulsen 11 quejas contra la alcaldesa en la Comisión de Derechos Humanos capitalina por transgredir los derechos culturales de los habitantes de la alcaldía Cuauhtémoc.
La fundadora del colectivo Tepito Zona de Arte, Arlen Rodríguez, señaló en su momento que el muralismo se practica desde hace más de 50 años en Tepito en las unidades habitacionales, que son propiedad privada, pero sin mediar diálogo alguno brigadas de trabajadores de la alcaldía han pintado de blanco las paredes e impedido que se restituyan los murales y sus frases.
También ha alzado la voz el artista Antonio Ortiz Gritón, quien ante el embate que han sufrido estas expresiones artísticas alertó del riesgo que corren los históricos murales del mercado Abelardo L. Rodríguez.