El crédito de la banca comercial se sigue recuperando del impacto de la pandemia al ligar seis meses consecutivos de crecimiento en términos reales, es decir, descontando la inflación, apoyado principalmente por factores como el dinamismo del empleo y de los salarios reales en el país, reveló este jueves BBVA México.
Al presentar su reporte Situación Banca, el área de estudios de la principal institución financiera del país resaltó que todos los segmentos de crédito mantienen crecimientos en términos reales, pero es el financiamiento a las familias el que más aporta al dinamismo.
De acuerdo con cifras de BBVA México, el financiamiento al sector privado acumuló 19 meses consecutivos con caídas; sin embargo, desde abril pasado retomó el camino positivo, registrando en septiembre un aumento real anual de 4 por ciento.
No obstante, Carlos Serrano, economista en jefe de la institución precisó: “La recuperación de los saldos vigentes de las distintas carteras ha sido lenta y todavía se encuentran por debajo de sus niveles previos a la pandemia, siendo el financiamiento a empresas el que sigue registrando el mayor rezago”.
El estudio resalta que el crédito otorgado a las empresas muestra desde marzo un crecimiento real anual; sin embargo, al cierre de septiembre pasado aún no compensa las caídas que registró durante los primeros meses de 2022.
El crecimiento del financiamiento empresarial coincide con la aceleración de la actividad económica y cierta recuperación de la inversión.
En contraste, el crédito al consumo, es decir, el canalizado a las familias, consolidó nueve meses de crecimiento real alcanzando una tasa anual de 6.1 por ciento en septiembre.
“El dinamismo del empleo y de los salarios reales han contribuido a impulsar este tipo de financiamiento. Las tarjetas de crédito y los créditos de nómina son los que más han aportado a la recuperación, con 1.6 y 1.3 puntos porcentuales, respectivamente”, destaca el reporte.
“En un contexto de recuperación económica con alta inflación y elevados niveles de tasas de interés, el financiamiento asignado al sector privado se ha incrementado moderadamente influido por la reducción de los recursos líquidos acumulados durante la pandemia, que se ha traducido en un apoyo para el consumo.”
Las perspectivas de una sensible reducción del crecimiento económico son consistentes con expectativas de moderación de la actividad crediticia, particularmente ante la incertidumbre sobre el grado de persistencia de la inflación. Adicionalmente, advierte el banco, no puede descartarse el riesgo de que, ante la escasez de flujos de financiamiento y el intensivo uso de estos recursos por parte del sector público, pueda presentarse un desplazamiento de la inversión privada.