La Universidad Colgate de Nueva York devolvió ayer a la nación india oneida más de mil 500 objetos que alguna vez fueron enterrados con los restos de sus antepasados, informaron medios estadunidenses.
La colección de gran importancia cultural incluye colgantes, vasijas, campanas y sonajeros de caparazón de tortuga, algunos de los cuales datan de hace 400 años.
Los “objetos funerarios” fueron comprados en 1959 a la familia de un arqueólogo aficionado que los recogió en yacimientos del norte del estado de Nueva York y se han conservado en el Museo de Antropología de Longyear (en la universidad).
Esto significa “volver a hacer las cosas bien. Es corregir un error”, dijo en una entrevista el representante de la nación india oneida, Ray Halbritter, quien añadió: “La adquisición de estos elementos es una práctica bastante indefendible. Han estado ausentes. No están donde deberían estar... en la tierra de vuelta con nuestra gente”. La ceremonia de repatriación se celebró en la mencionada casa de estudios, ubicada en el territorio ancestral de los oneida.
Halbritter señaló que esta es una de las mayores repatriaciones en el estado y alabó la cooperación de Colgate, que inició una serie de traslados en 1995 con la devolución de siete conjuntos de restos y objetos funerarios.
Los mil 520 artículos devueltos se denominan objetos funerarios porque se cree (razonablemente) que fueron colocados con los restos humanos individuales en el momento de su muerte o posteriormente.
La colección devuelta a los oneidas también incluye cuentas de vidrio, cerámica, cuchillos, arpones y una pipa de piedra que fueron recolectados por Herbert Bigford durante las excavaciones realizadas en ocho yacimientos entre 1924 y 1957, según los registros de repatriación que Colgate presentó al gobierno federal.
Precisamente, una persona identificada con ese nombre se desempeñó como tesorero en 1952 de la sociedad local de arqueología de Chenango, cuyos integrantes realizaban viajes de excavación cada verano y se reunían en las casas de sus colegas para realizar programas sobre arqueología de los nativos americanos, de acuerdo con un artículo publicado por la Universidad de Binghamton.
Aunque algunos de los objetos repatriados datan de 1600 dC, más de 900 piezas proceden de una única excavación en Stockbridge, al sur de la actual reserva de los oneida en el centro de Nueva York. Entre ellos se hallan 286 wampum (cordeles o cinturones), 106 cuentas de concha, 179 cuentas de vidrio y 68 dientes de lobo, según los registros.
La Ley de Protección y Repatriación de Tumbas de los Nativos Americanos exige a las instituciones financiadas con fondos federales, como las universidades, que devuelvan los restos y objetos culturales.
Un análisis reciente realizado por la agencia informativa Associated Press de los datos mantenidos por el Servicio de Parques Nacionales (NPS, por sus siglas en inglés) reveló que en Estados Unidos unos 870 mil artefactos de los nativos americanos –incluidos casi 110 mil restos humanos que deberían ser devueltos a las tribus en virtud de la ley federal– siguen en posesión de universidades, museos y otras instituciones.
Los responsables de Colgate aseguraron que las repatriaciones en curso, en las que participa activamente la universidad, representan un gran paso hacia la reparación de las relaciones con las comunidades de nativos americanos.
“Este es un trabajo importante y continuará hasta que estemos seguros de que todos los objetos sagrados que pueden ser rastreados hasta sus legítimos propietarios serán devueltos”, apuntó el presidente de Colgate, Brian W. Casey, en un comunicado.
Algunos de los objetos devueltos por habían sido expuestos o utilizados con fines académicos en el pasado. Sin embargo, a partir de 1994 la casa de estudios impuso restricciones en ese rubro.
“El acervo histórico y cultural se almacenará de forma segura mientras los oneidas decidan qué hacer con él: si devolverlo a la tierra o hay alguna otra opción”, enfatizó Halbritter.
“Las ceremonias de repatriación de estos objetos ayudarán a garantizar que nuestra historia será contada con nuestras propias voces, así como para las generaciones venideras”, concluyó el representante de la nación india oneida.
(Con información de Ap)