Un juez de control impuso prisión preventiva oficiosa a José Luis Galicia Palomares, por su presunta participación en el delito de feminicidio en agravio de su esposa Karen Itzel Rodríguez Barrales, cometido hace casi seis meses, quien ya fue vinculado a proceso por el delito de desaparición de persona cometido por particulares.
En la audiencia inicial, que se llevó a cabo en las salas orales del Poder Judicial de la Ciudad de México, en el Reclusorio Oriente, el Ministerio Público le imputó el delito, pero la defensa del hombre solicitó la duplicidad del término constitucional.
De esta manera, permanecerá en dicho reclusorio hasta el martes 15 de noviembre, que se realizará la continuación de la audiencia, donde se definirá su situación jurídica, pero “esperamos que sea vinculado y al final se le imponga la máxima sentencia”, confió Nadia Barrales.
La madre de la joven, quien fue reportada como desaparecida el 19 de mayo pasado y 12 días después su cuerpo fue encontrado en inmediaciones de la colonia Ampliación Santa Catarina, en Tláhuac, denunció que tuvo que acudir ante la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, para “evitar que el caso de mi hija quede impune”.
A casi seis meses de su muerte, la Fiscalía General de Justicia “ha dado largas y hasta ahora fue la audiencia inicial, porque no ha actuado con la misma celeridad, como en el caso de Ariadna Fernanda, cuando al igual que su familia yo perdí a mi hija”, expresó.
Ello, dijo, a pesar de que se cuentan con imágenes de video y pruebas “contundentes” para vincularlo a proceso por feminicidio y se le imponga la pena máxima de 70 años, pues hasta ahora sólo en está por desaparición.
La madre de José Luis, Martha Beatriz, fue también vinculada por ese delito al llevarse a mi nieto Javier Naim, de cuatro años, quien ahora, “con sus palabras, me pide que metan a la cárcel a su papá, por lo que le hizo a su mamá y lo voy a lograr”.
Mencionó que, en la audiencia su yerno dijo que era inocente, pero “tras enseñarle la foto de su hijo, le pedí que aceptara que era un asesino, lo cual provocó que se me advirtiera de que me meterían en el cuartito de al lado de la sala, coartándome mi libertad de expresión”.