El coordinador de Morena en la Cámara de Diputados, Ignacio Mier, adelantó ayer que si siete días antes de que concluya noviembre no hay acuerdo con las otras fuerzas políticas sobre la reforma electoral, su partido presentará ante el pleno su propio dictamen, derivado de la iniciativa presidencial.
“Si a más tardar el 24, 25 de noviembre no hay acuerdo, tendremos que hacerlo y que la oposición asuma los costos de defender lo que 80 por ciento de los mexicanos rechaza”, puntualizó.
Esto sería darse un balazo en el píe. ¿Eso quieren?, pues está bien, que lo hagan. Será decisión de las dirigencias y de los partidos, añadió, en medio del debate sobre la marcha opositora convocada para el próximo domingo en “defensa de la democracia”.
Santiago Creel (PAN), presidente de la mesa directiva de San Lázaro, subrayó que esa manifestación, en la que participará su partido, es contra la iniciativa de reforma electoral del Ejecutivo. “No personalicemos las cosas”, dijo ante los dichos de Andrés Manuel López Obrador, en torno a que esa parada será en contra suya y de su gobierno.
Estamos en desacuerdo con politizar las candidaturas de los consejeros ciudadanos y el costo que tendría una elección adicional de éstos, que sería de más de 8 mil millones de pesos, insistió el panista.
Por su lado, Mier estimó que quienes se van a manifestar lo hacen siguiendo la consigna y la doctrina del empresario Claudio X. González. “Han dicho de manera reiterada que no los une nada” a ese personaje, sin embargo, él los convoca a una oficina en Mazaryk y ahí “les jala las orejas cada vez que es necesario”.
Creel consideró también que el bloque encabezado por Morena no tiene la mayoría calificada para aprobar una reforma que “destruya al Instituto Nacional Electoral (INE)”. Consideró que no va a ser mediante encuestas, marchas, opiniones, descalificaciones, presiones, o chantajes como se defina la reforma electoral. Todas las modificaciones importantes se han hecho bajo el signo del consenso, anotó.
Jorge Romero, coordinador del PAN en la Cámara de Diputados, apuntó que su partido está sentado en la mesa de negociación para hablar de una potencial reforma electoral que no gire en torno a la iniciativa del Presidente. En el momento en que el oficialismo pretenda imponer cambios que afecten al INE, el partido se levanta, advirtió.
