El presidente Andrés Manuel López Obrador volvió a criticar a quienes dicen “defender” al Instituto Nacional Electoral (INE) y a la democracia, pero se oponen a la reforma al sector que envió hace unos meses al Congreso de la Unión.
Dio una serie de ejemplos donde, desde su perspectiva, la autoridad comicial ha fallado contra el interés ciudadano, como el fraude de 2006 o de 2012, cuando el PRI rebasó el tope de gastos de campaña, sin que hubiera consecuencias.
“¿Ese es el INE que defienden? ¿Eso es lo que quieren? ¿A eso es lo que llaman, con la reforma electoral, buscar destruir la democracia? Son unos cretinos, corruptazos. ¡Que se vayan… a engañar más lejos!”, enfatizó en la mañanera de ayer ante una nueva pregunta sobre el tema.
Se refirió al presidente del INE, Lorenzo Córdova, “como una pieza clave del bloque conservador en México: él pertenece al conservadurismo; fue promovido con el propósito de que los neoliberales, conservadores, corruptos, simularan que en México había democracia”.
Destacó que Córdova “jamás se pronunció cuando se cometieron fraudes electorales. Sin embargo, era especialista en la materia, pero no se metió nunca en honduras. Siempre fue un simulador”.
Descartó ofrecerle las disculpas que le demandó por incluirlo en su lista de corcholatas de la oposición, pues el consejero asegura que está impedido por ley.
El mandatario centró sus críticas a la labor del INE en las elecciones presidenciales de 2006 y 2012. En el primer caso, recordó que ante los reclamos de fraude, su movimiento y millones de ciudadanos exigieron el recuento de votos, lo que el organismo no aceptó.
Seis años después, agregó, cuando se confirmó que el PRI y su candidato, Enrique Peña Nieto, rebasaron “por mucho” el tope de gastos de campaña, se denunció. “¿Y cuál fue el dictamen? Que los que habíamos rebasado de tope de campaña éramos nosotros, no el PRI y su abanderado.
“Pasa el tiempo y viene todo el escándalo de Odebrecht; ahí está la denuncia en la Fiscalía General de la República. El encargado de finanzas del PRI era Emilio Lozoya, quien después fue director de Pemex, y por eso está preso. ¿Ese es el INE que defienden?”, enfatizó.
La reforma, argumentó, pretende transformar la institución electoral, no desaparecerla, para evitar situaciones similares. “¿Cómo no vamos a hacer nada si hemos sabido y hemos sido víctimas del fraude en México, que son una vergüenza mundial? ¿Cómo aceptar que cueste tanto hacer las elecciones y además que no sean confiables?”
Dijo que los convocantes a la marcha del domingo “lo que desean es precisamente eso, que el INE siga al servicio de la oligarquía; son los que quieren un gobierno para todos los sectores, menos para el pueblo”.