Sharm el Sheikh. El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, acusó ayer al capitalismo de provocar la crisis climática mundial, al explicar que su país sufre los embates de fenómenos medioambientales provocados por las principales economías del mundo.
“El pueblo venezolano debe pagar las consecuencias de un desequilibrio causado por las principales economías capitalistas del mundo, quienes han contaminado –y lo continúan haciendo– el planeta para el beneficio de unos pocos”, expresó Maduro, durante su intervención en la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP27).
Destacó que la desigualdad abismal entre los países del primer mundo frente al resto se ha incrementado y profundizado en las últimas décadas al mismo paso de la destrucción ambiental, por lo que “hay una correlación entre la crisis ambiental y la crisis de desigualdad que genera pobreza en el mundo”.
Maduro, junto con su par de Colombia, Gustavo Petro, llamaron a establecer una ambiciosa alianza por la protección de la Amazonia y como primera acción planteó reactivar la Organización del Tratado para la Cooperación Amazónica (OTCA).
“Estamos decididos a revitalizar la selva amazónica para darle una victoria importante a la humanidad en la lucha contra el cambio climático”, afirmó Petro, al convocar a Perú, Ecuador, Bolivia, Surinam y Brasil, y a los demás miembros de la OTCA, para lograr este objetivo.
Ambos mandatarios celebraron el regreso a la presidencia brasileña de Luiz Inácio Lula da Silva y calificaron de “absolutamente estratégico” el ingreso del gigante sudamericano a la alianza por la preservación de la Amazonia. Petro llamó a involucrar a Estados Unidos por ser “el país que más contamina” en América.
Lula conversó con líderes y representantes de Perú, Argentina, Costa Rica, Holanda y la Unión Europea para tratar, entre otras cuestiones, los desafíos que supone la lucha contra el cambio climático.
El mandatario de Cuba, Miguel Díaz-Canel, tuiteó que la cumbre climática debe ser reflejo de la amenaza que supone este fenómeno para la humanidad y subrayó que las acciones internacionales para enfrentar el cambio climático no pueden significar una carga adicional para los países en desarrollo, por lo que llamó a la cooperación de las potencias mundiales.