París. “Ha llegado el momento de que las mujeres se interesen por ellas mismas”, declaró la actriz española Rossy de Palma en una entrevista con Afp, al margen del salón internacional de la fotografía de París.
“Hace ya tiempo que dejé de pedir favores para las mujeres porque creo que nosotras no necesitamos nada, sino descubrirnos a nosotras mismas”, señaló la musa del cineasta Pedro Almodóvar al descubrir el salón, llamado Paris Photo, que este año está dedicado a 77 fotógrafas y del que De Palma es la invitada de honor.
“Lo único que pido es que haya igualdad de sueldo y no entiendo que los gobiernos no lo hagan. Sin embargo, no necesitamos ese miserabilismo ni pedir permiso para hacer lo que sea”, insistió.
“Durante generaciones, hemos estado entregadas a la sociedad, a la familia, a los hijos, al trabajo y a la casa, atrapadas en nuestras vidas”, indicó la actriz.
“Cuántas artistas han tenido que trabajar escondidas. Ahora ya no necesitamos eso”, insistió.
“Se ha utilizado al hombre como un ejemplo, para tener lo que él tenía, como un espejo, para estar en igualdad con él. Todo eso ya lo tenemos. Lo único que no tenemos y que empezamos a tener es la curiosidad hacia nosotras mismas. No nos conocemos como mujeres, tenemos un nuevo camino que tomar y nos toca a nosotras descubrirlo”, agregó.
“Me descubro todo el tiempo y nunca me defino así, no me pongo límites”, admitió, subrayando que está “orgullosa, como artista y como mujer”, de seguir “siendo un poco ingenua” a sus 58 años, tras haber “atravesado altibajos y pruebas” en la vida, “como cualquiera que haya pasado de los 50”.
“Todavía tengo curiosidad y eso es algo magnífico. Si no, una se vuelve cínica como la política. Aquí, soy como una niña pequeña en el salón de fotografía de París, mirando el trabajo de todos. ¡Es tan inspirador!”, concluyó.
El salón internacional de fotografía de París homenajea a 77 mujeres artistas, y con motivo de su 25 edición invitó a la actriz española a compartir sus imágenes favoritas.
Es “una elección radical que no corresponde a ningún canon estético de nuestro tiempo y que hace brillar el poder de las mujeres”, declaró la escritora, comisaria y editora italiana Federica Chiocchetti, que ha diseñado la exposición especial Elles x para el acto.
“En la lotería napolitana, el número 77 se asocia a las piernas de las mujeres, pero también al diablo, vestigio de una sociedad patriarcal. Quise rehabilitar ese número que es también el nombre de un movimiento feminista de los años 70”, expuso.
De Palma, musa de innumerables fotógrafos y diseñadores de moda, seleccionó 25 fotos de los 183 expositores, galerías y editores de 31 países presentes en esta edición.
Entre las imágenes que seleccionó, se encuentra la de un bailarín negro, de espaldas y envuelto en una tela blanca, firmada por el sudafricano Mohau Modisakeng.
Diversidad de género
Entre las profesionales homenajeadas están la estadunidense Bertha E. Jaques (1863-1941) y sus cianotipos –un antiguo procedimiento fotográfico monocromo–, la activista italoamericana Tina Modotti (1896-1942), fotógrafa de la escena bohemia de la Ciudad de México en los años veinte, y la artista radical alemana Gabriele Stötzer (nacida en 1953), que cuestionó el papel de la mujer en la Alemania del Este.
Pero París Photo también resalta el trabajo de nuevas pioneras, como la sudafricana Zanele Muholi, que no se reconoce ni como mujer ni como hombre y busca “descolonizar la imagen” trabajando en la diversidad de género. También resalta los trabajos de la italiana Letizia Battaglia, que documenta los crímenes de la mafia napolitana, y la serbia Marina Abramovic, conocida por sus performances de body art que llevan la representación del peligro hasta el punto de ponerse en riesgo físico, según Chiocchetti.
Entre los más de mil 600 artistas presentes, 31 por ciento son mujeres, la mayoría de Europa (70 por ciento), aunque también figuran fotógrafos de Sudáfrica, Irán, Israel, Líbano, Marruecos, China, Corea del Sur, India, Canadá, Estados Unidos y Latinoamérica.