El presidente Andrés Manuel López Obrador reconoció que la separación de Elena Burns de una de las principales subdirecciones de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) se dio por diferencias de la investigadora con el titular del organismo, Germán Martínez Santoyo.
Interrogado ayer en la mañanera sobre la salida de la subdirectora de Administración de Agua y parte de su equipo –reconocidos especialistas en el estudio y manejo del recurso–, el mandatario señaló que fue una determinación que se le consultó.
“Es una decisión que se tomó. Me consultó el director de Conagua, a quien también le tengo confianza, y autoricé que se propusiera este cambio, buscando que Elena nos ayudara en otra tarea”, refirió el tabasqueño.
La semana pasada, activistas en defensa del agua acusaron “una purga masiva” de funcionarios de esa dependencia que han buscado detener el proceso de acaparamiento y sobrexplotación del líquido, comenzando por Burns, a quien incluso los policías le impidieron el ingreso a la sede del organismo.
López Obrador aseguró que ya habló con la funcionaria removida para hacerle dos propuestas: que lo ayude a definir una reforma a las leyes para el uso racional del agua en el país y cuidarla, o que se haga cargo de una coordinación regional para sacar adelante tres proyectos de presas, riego y energías limpias que se construyen en Sinaloa (las presas Picacho y Santa María) y en Nayarit (el distrito de riego Alejandro Gascón Mercado).
“Voy a hablar con ella (Burns), porque también ya están muy confrontados el director de la Conagua y ella. Ya no se puede, hay que buscar la forma en que nos ayuden en otro lado”.
¿Son diferencias de fondo?, se le preguntó.
No –respondió el mandatario–, yo diría que no, porque le tengo confianza a Germán, como se la tengo a ella. Pero hay pleitos, eso es todos los días.